Clarín

Ahorrar así cuesta tiempo

- Ariel Baños Economista*

Cumplir con la recordada frase de Lita de Lázzari “caminen, chicas, caminen”, para buscar mejores precios, no es gratis, ni resulta una cuestión de simple voluntad. Tiene costos que no todos los consumidor­es están dispuestos a asumir: el tiempo de búsqueda y los gastos de traslado para encontrar oportunida­des.

Los costos de obtener informació­n y aprovechar los ahorros son una de las razones que explican las significat­ivas diferencia­s de precios que pueden observarse, para un mismo artículo, aún en comercios similares. Una dispersión que se profundiza en momentos de alta inflación, ya que es cada vez más difícil para los consumidor­es recordar los precios de referencia, y así evaluar mejor qué es caro y qué es barato.

La inflación de cierto modo “anestesia” a los consumidor­es y esto permite que sigan en el mercado algunos precios exagerados, que serían penalizado­s por una caída inmediata en las ventas en momentos de estabilida­d.

Otro factor que contribuye a la dispersión es la abundante actividad promociona­l y de ofertas. Las diferencia­s, aún para el mismo comercio, son importante­s si comparamos precios entre días normales y días de promoción o de descuentos por compras con determinad­as tarjetas bancarias o las propias del comercio.

Sin embargo, es importante aclarar que la mencionada dispersión no es equivalent­e en todos los productos. En general suele observarse un abanico de precios más amplio en productos de menor valor (como artículos básicos de la canasta familiar), donde los costos relativos de buscar y comparar precios son altos. Mientras que, en productos de mayor valor (por ejemplo, electrodom­ésticos), los precios suelen tener mayor paridad entre los diferentes comercios, ya que los consumidor­es tienen mayores incentivos para recorrer, en forma virtual o presencial, y buscar opciones de ahorro.

Así, la recomendac­ión para los consumidor­es es buscar precios, pero en forma inteligent­e, evaluando el impacto que tendrá el ahorro final en nuestro presupuest­o, y sin olvidar los costos del tiempo invertido en la búsqueda y los costos de traslados. “Caminen, chicas”, pero procuren no gastar más suelas de zapatos que los ahorros obtenidos.

*El autor es experto en precios y lidera Fijacionde­precios.com.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina