Ahorrar así cuesta tiempo
Cumplir con la recordada frase de Lita de Lázzari “caminen, chicas, caminen”, para buscar mejores precios, no es gratis, ni resulta una cuestión de simple voluntad. Tiene costos que no todos los consumidores están dispuestos a asumir: el tiempo de búsqueda y los gastos de traslado para encontrar oportunidades.
Los costos de obtener información y aprovechar los ahorros son una de las razones que explican las significativas diferencias de precios que pueden observarse, para un mismo artículo, aún en comercios similares. Una dispersión que se profundiza en momentos de alta inflación, ya que es cada vez más difícil para los consumidores recordar los precios de referencia, y así evaluar mejor qué es caro y qué es barato.
La inflación de cierto modo “anestesia” a los consumidores y esto permite que sigan en el mercado algunos precios exagerados, que serían penalizados por una caída inmediata en las ventas en momentos de estabilidad.
Otro factor que contribuye a la dispersión es la abundante actividad promocional y de ofertas. Las diferencias, aún para el mismo comercio, son importantes si comparamos precios entre días normales y días de promoción o de descuentos por compras con determinadas tarjetas bancarias o las propias del comercio.
Sin embargo, es importante aclarar que la mencionada dispersión no es equivalente en todos los productos. En general suele observarse un abanico de precios más amplio en productos de menor valor (como artículos básicos de la canasta familiar), donde los costos relativos de buscar y comparar precios son altos. Mientras que, en productos de mayor valor (por ejemplo, electrodomésticos), los precios suelen tener mayor paridad entre los diferentes comercios, ya que los consumidores tienen mayores incentivos para recorrer, en forma virtual o presencial, y buscar opciones de ahorro.
Así, la recomendación para los consumidores es buscar precios, pero en forma inteligente, evaluando el impacto que tendrá el ahorro final en nuestro presupuesto, y sin olvidar los costos del tiempo invertido en la búsqueda y los costos de traslados. “Caminen, chicas”, pero procuren no gastar más suelas de zapatos que los ahorros obtenidos.
*El autor es experto en precios y lidera Fijaciondeprecios.com.