Controles antisoborno para ingresar a la OCDE
La Argentina camina sobre un fino hilo en sus aspiraciones a entrar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (la OCDE). Y la millonaria trama de corrupción que explotó en la última semana en torno a los funcionarios y empresarios que se enriquecieron de manera ilícita en la década kirchnerista expuso de manera explícitas sus debilidades en el cumplimiento de la Convención para Combatir el Soborno a Funcionarios Públicos Extranjeros en las Transacciones Comerciales Internacionales. Es decir, no solamente tiene consecuencias en la política interna, sino en algunos de los frentes externos. En 2014, en la OCDE se formularon fuertes críticas al país a través de informes oficiales.
Ahora, en medio del llamado “Gloriagate” - los cuadernos con presuntas pruebas de la corrupción- sale a la luz el reclamo que hace semanas inició la Oficina Anticorrupción para que todos los organismos del Esta- do -incluyendo al Poder Ejecutivo de Mauricio Macri- realicen sus controles antisobornos. En caso de no concretarse esos controles, el ingreso de nuestro país a la OCDE correría serios riesgos.
“Argentina tiene que cumplir con las más 40 recomendación del Grupo Antisoborno de la OCDE antes de marzo de 2019. Es imperioso que todos los organismos involucrados cumplan con el plan de trabajo propuesto para lograrlo y es muy importante que jueces y fiscales que llevan casos de soborno transnacional también se muevan en ese sentido”, manifestó a Clarín la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso.
“Es un esfuerzo colectivo para termina de sacar al país del pozo internacional en que lo dejó enterrado el kirchnerismo. Esta evaluación es la prueba final y nos pone en la obligación de trabajar colectivamente Poder Ejecutivo, Judicial y Legislativo para lograrlo”, agregó.