Desafiante, el PT proclama candidato a Lula da Silva
El ex mandatario cumple prisión por corrupción. La justicia ahora deberá expedirse.
Se sabía pero se dudaba. Desde este sábado no hay más confusión ni incertidumbres. El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso en Curitiba, es candidato a las presidenciales por el Partido de los Trabajadores. En la convención, 600 delegados votaron sin fisuras a favor del eterno postulante. Ahora, viene la segunda etapa: deben elegir al candidato a vice. Les queda tiempo hasta el 15 de agosto; es la fecha límite indicada por el Tribunal Superior Electoral para inscripción de aspirantes al Palacio del Planalto.
Hay razones para que esa figura, que no es nada menor por cierto, no aparezca todavía. En los comicios anteriores, y en este también, la personalidad de quién irá a ejercer la vicepresidencia está sujeta a negociaciones entre los partidos que componen la alianza. En este caso, el PT tendría varias posibilidades: o nombra a Manuela D´Avila para ese cargo, una joven del Partido Comunista do Brasil; u opta por alguien del PT, que en este caso sería Fernando Haddad. Habría una tercera posibilidad: y es que el laborista Ciro Gomes acepte esa posición.
El dirigente elegido deberá tener la audacia y la capacidad para representar a Lula en los debates públicos con los adversarios. El tercer paso vendrá luego de la inscripción: corresponde al TSE, la corte electoral, definir si aprueba o rechaza la postulación de Lula. Esto podrá ocurrir entre fines de agosto y primeros días de septiembre. Si esa corte veta al ex presidente preso, los petistas podrán apelar al Supremo. Y en ese caso, cualquier sentencia se extenderá hacia fines de septiembre. El ex gobernante continúa, según todas las encuestas, al frente de los otros candidatos y a una distancia significativa: recoge más que el doble de las intenciones de voto.
También este sábado, el PSDB designó al socialdemócrata Geraldo Alckmin, como su postulante junto a la candidata a vice Ana Amélia, senadora y ex periodista. Durante el encuentro, este aspirante respaldado por el establishment sostuvo: “Soy candidato para buscar un mandato que puede ser resumido en una frase: vamos a cambiar Brasil y devolverle a los brasileños la dignidad que les fue robada. Acepto la elección que recayó sobre mi por parte del PSDB y de la amplia alianza que nos apoya, que apuestan al camino del desarrollo y no de la ruta de perdición del radicalismo”.
Aun cuando aparece todavía en un tercer lugar, Alckmin es sin embargo la apuesta de los sectores más lúcidos del empresariado. El oponente por la derecha, Jair Bolsonaro –quien fue coronado hace una semana— cuenta con respaldos también entre los sectores de poder. Pero sus posiciones “extremas o radicales” harán virar el juego hacia el PSDB. Quien también fue nominada candidata es Marina Silva, en la reunión del partido Red Sustentable. Lleva como candidato a vice a Eduardo Jorge, del Partido Verde. ■