Alquimistas de la planta prohibida
Luego de la carta del doctor Martino, pesa sobre ella el prejuicio de la sociedad hacia la marihuana. Pero hay una trastienda que la envuelve en un manto de legalidad, y la historia no es tan lejana. Desde los 2 años, Josefina Vilumbrales sufría de varias crisis por epilepsia refractaria. En 2015 sus padres se convirtieron en los primeros en conseguir que la ANMAT les permitiera importar aceite de cannabis producido legalmente en Estados Unidos, y en marzo de 2017 el Congreso convirtió en ley (27.350) su uso medicinal. Los Vilumbrales sentaron jurisprudencia y facilitaron a chicos y adultos el acceso al aceite de cannabis, pero hasta hoy sin un control médico que garantice su efectividad. Por ello, y ante la gravedad y la urgencia de estos casos, el Ministerio de Salud de la Nación pondrá en marcha un protocolo de investigación en el Hospital Garrahan para niños que sufren estas patologías. Este logro significa poder conseguir el tratamiento en la Argentina con receta y con el exclusivo seguimiento de los médi- cos. Es una buena noticia para aquellos que se convirtieron en los nuevos alquimistas, que buscan en su desesperación el elixir de la planta prohibida para usarla de panacea, convirtiéndola en una poción que encierra promesas contra viento y marea. Mientras tanto, la ley castiga esa práctica con prisión de entre 4 y 15 años. Pero esas advertencias son pasadas por alto. Quizás asome así un nuevo debate, y no quede descalificada la eficacia de esta terapia que será respaldada por el tamiz de los galenos.