Clarín

El Papa insistió en pedir perdón por los abusos y lo acusaron a él de encubridor

Fue en una misa y al rezar en un santuario en el último día de su viaje. Los casos de pedofilia generaron múltiples protestas y rechazos. Francisco prometió justicia.

- Sergio Rubin srubin@clarin.com

Al terminar su breve gira por Irlanda, Francisco volvió a pedir perdón a las víctimas de curas pederastas. Pero el ex nuncio vaticano en Estados Unidos, Carlo Viganò, asegura que protegió a un cardenal estadounid­ense al inicio de su pontificad­o. El Papa se negó a comentar el caso.

El Papa Francisco concluyó ayer su visita de dos días a Irlanda, afectada durante décadas por abusos sexuales cometidos por miembros del clero, con una misa final en Dublín ante miles de personas que le escucharon entonar un renovado “mea culpa”.

Inesperada­mente, antes de iniciar la eucaristía de clausura del IX Encuentro Mundial de las Familias, celebrado esta semana aquí, el pontífice leyó un mensaje con otro dramático pedido de perdón porque no se acompañó a las víctimas en la búsqueda de verdad y justicia y porque algunas autoridade­s eclesiásti­cas no se hicieron cargo de esos hechos y guardaron silencio. El gesto –que no figuraba en el programa- se convirtió en una señal del pontífice para tender puentes con la sociedad indignada de Irlanda, donde el flagelo golpeó con devastador­a magnitud.

Previament­e, en un rezo ante el santuario de Knock, el Papa había “implorado el perdón por estos pecados, por el escándalo y la traición sentida por tantos” a causa de la Iglesia.

Curiosamen­te no en italiano, el idioma que el Papa usa actualment­e sino en castellano, con traducción al inglés, Francisco realizó el mea culpa en forma de oración. Abarcó, además, los casos de madres solteras vulnerable­s alojadas en conventos que fueron alejadas de sus hijos por las monjas con la amenaza del pecado. Cada pedido de perdón era interrumpi­do por un sobrio aplauso.

“Pedimos perdón por los abusos en Irlanda, abusos de poder y de conciencia; abusos sexuales por parte de miembros cualificad­os de la Iglesia. De manera especial pedimos perdón por todos los abusos cometidos en diversos tipos de institucio­nes dirigidas por religiosos y religiosas y otros miembros de la Iglesia. El Señor mantenga y acreciente este estado de vergüenza y de compunción, y nos dé la fuerza para compromete­rnos en trabajar para que nunca más suceda y para que se haga justicia”.

“Pedimos perdón por los chicos que fueron alejados de sus madres”, continuó el Papa. “Pedimos perdón por algunos miembros de la jerarquía que no se hicieron cargo de estas situacione­s dolorosas y guardaron silencio. Pedimos perdón por las veces que, como Iglesia, no hemos mirado a los sobrevivie­ntes de cualquier tipo de abuso, en su búsqueda de justicia y verdad, con acciones concretas. Y pedimos perdón por los casos de explotació­n laboral a que fueron sometidos tantos menores”, afirmó.

Francisco vino a Irlanda para presidir una nueva edición del Encuentro Mundial de las Familias, un mega evento que la Iglesia realiza cada tres años en una ciudad distinta con el fin de promover una institució­n clave. Pero su paso por estas tierras -de apenas 34 horas- estuvo signado por los casos de abuso sexual, ya que Irlanda fue uno de los países más afectados y porque un espeluznan­te informe reciente de la Justicia de EE.UU. reactualiz­ó el tema. Hubo protestas en las calles además de reclamos para que la Iglesia no sólo expulse a los curas abusadores, sino también a los obispos encubridor­es.

De hecho, el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, le pidió el sábado que “las palabras vayan seguidas de acciones” al presentar al Papa ante representa­ntes de la sociedad civil. En ese sentido, le solicitó que utilice su “posición e influencia” para que las víctimas “obtengan verdad, justicia y curación aquí y en el mundo”. A su turno, Francisco admitió el “fracaso” de los obispos y superiores por no haber “afrontado adecuadame­nte” estos casos y aseguró que los abusos en la Iglesia fueron “crímenes repugnante­s”. Saliendo de su texto, el Papa afirmó que está empeñado en librar a la Iglesia de ese flagelo, sin importar el costo moral o la magnitud del sacrificio que provoque.

Ayer, en medio de una fuerte lluvia que se abatió por la mañana so-

Pedimos perdón por los abusos sexuales cometidos por miembros calificado­s de la Iglesia católica”.

Papa Francisco.

bre Dublín, Francisco había empezado el día con una visita al santuario de Knock, a 200 kms de la capital, epicentro de la fe mariana irlandesa, que también había visitado Juan Pablo II en su visita de 1979. Miles de personas -aunque muchas menos de las previstas- lo esperaban con vítores bajo un cielo encapotado y llovizna esporádica. Tras su arribo en medio del agitar de banderas irlandesas y papales, el Papa entró al santuario y se arrodilló delante de la imagen de la Virgen para rezar y meditar en silencio unos instantes.

Luego, pronunció un mensaje en uno de cuyos tramos aludía a la cuestión de los abusos: “Ninguno de nosotros –dijo el pontífice- puede dejar de conmoverse por las historias de los menores que han sufrido abusos, a quienes se les ha robado la inocencia y se les ha dejado una cicatriz de recuerdos dolorosos”.

“Esta herida abierta –agregó- nos desafía a que estemos firmes y decididos en la búsqueda de la verdad y de la justicia. Imploro el perdón del Señor por estos pecados, por el escándalo y la traición sentida por tantos en la familia de Dios. Pido a nuestra Madre Santísima que interceda por la curación de todos los sobrevivie­ntes de abuso de cualquier tipo y que confirme a cada miembro de la familia cristiana con el propósito decidido de no permitir nunca más que estas situacione­s vuelvan a repetirse”.

Al caer la tarde, el Papa se reunió con los obispos irlandeses en un convento, luego de lo cual se preparó para regresar al Vaticano.

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AFP Misa de Francisco. Una imagen aérea de la multitud ante el Phoenix Park, en Dublín. Fue una cantidad de asistentes menor, en un país que ahora desconfía de la Iglesia.

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