Los secretos de Cristina
En la oposición, el vértigo de la hora mueve a todos. Miguel Pichetto suspendió una visita que iba a hacer el viernes a Bahía Blanca. Era otra etapa de su lanzamiento en cuotas para una PASO presidencial. Lo intimidaron los efectos de la sesión del Senado: logró imponer su criterio sobre extinción de dominio, pero los ecos cristinistas que levantó lo iban a obligar a pasarse esa visita hablando de Cristina y no de él.
Mendoza se convirtió en destino de tres estrellas en tránsito: coincidieron allí Felipe Solá, Martín Lousteau y Juan Manuel Urtubey. Solá teje una candidatura que supone un paso al costado de Cristina –“No tengo en claro si Cristina debería ser o no candidata”, es su frase funeral–. Guarda el secreto de su conversación con Cristina de Kirchner en el Instituto Patria, que tuvo un testigo y mediador, el intendente Jorge Ferraresi.
Fue el mismo día del estallido de los cuadernos –1° de agosto–, incidencia que Cristina minimizó: “¿Ese videíto? Por favor, no es nada”. También relativizó una candidatura –“No estoy para eso”– y fue tremendista en el diagnóstico de la situación: “Temo que se agrave la inseguridad, porque no hay argentino que deje que su familia se muera de hambre, antes va a salir de caño”. Un pronóstico que retrata una ideología. Otra, en respuesta a Carrió que antes ella calificaría de destituyente: “Acá no hay que recuperar la república. Hay que recuperar la democracia”.
Solá se mueve como candidato y cree que las acusaciones la van a distraer a Cristina, que además perderá en esa tormenta el voto independiente que la acompañó alguna vez. Pero como se mueve con esa chapa de candidato, Solá ya se vio con Cristina después de una década sin hablar, y en San Juan logró sentar en una misma mesa a Sergio Uñac y a José Luis Gioja. En materia de secretos, el gobernador le dijo lo mismo que hace dos semanas a Pichetto, que prefiere por ahora seguir en el cargo actual. No es ningún secreto, ya que estamos, que Gioja prefirió estar con Solá en San Juan que en el acto de Rodríguez Saá en el Conurbano. Son señales. ■
Mario Negri no quiere que sea ley el proyecto de extinción de dominio del Senado. Dice que protege a los K.
Algunos creen que detrás del apoyo de Pino Solanas a Cristina por los allanamientos puede esconderse un fin electoral.