El dinero de la corrupción es “evidente en dónde está”
Veo que autoridades judiciales y analistas de prensa buscan esforzadamente el dinero que el gobierno anterior se robó. Sin embargo, creo que está muy claro en qué se gastó: 60 millones de dólares en departamentos en Miami invirtió el gordo Muñoz, secretario personal de Néstor Kirchner. Tremendos departamentos en Puerto Madero y Barrio Norte posee Cristina; el hotel de lujo en El Calafate, frente a su propia mansión con 9.500 metros de parque. José López revoleó 9 millones de dólares en efectivo en el pseudo convento,y al Otero ese le encontraron un millón de dólares y un millón de pesos en la casa. La nena Florencia guardaba 6 millones de dólares en una caja de seguridad bancaria, y el nene Máximo tiene mansiones e inmobiliarias. Papá Néstor compró 2 millones de dólares en el mercado legal de cambios en un solo día, y Cristina se mandaba comprar joyas por 80 mil dólares por año, que las luce. A Elaskar y Fariña los filmaron contando millones de dólares en La Rosadita. Lázaro Báez tiene propiedades y vehículos por 2.000 millones de pesos, y Cristóbal López se compró empresas petroleras y medios de comunicación a mansalva. El otro secretario, Rudy Ulloa, es dueño de una mansión en San Isidro de un millón y medio de dólares, lo mismo que el Corcho Rodríguez.
Seguramente, habrá más dinero enterrado en cofres en la Patagonia y remitido a Panamá y Seychelles, pero no me diga nadie que no se ve en qué lo gastaban o dónde está: resulta evidente. Claudia Gayosa claudia.gayosa@gmail.com