Ventas por 250 millones y señales de mayor ajuste hicieron bajar al dólar
El tipo de cambio bajó casi 2 pesos y quedó en $ 38. Fue tras la decisión del Central de salir a ofrecer divisas.
Un poco de expectativas sobre los anuncios económicos que se conocerán el lunes, más la sensación de que la escalada del miércoles y el jueves había sido exagerada, le dieron a entender a los operadores de divisas e inversores en general que ayer viernes el dólar tenía más chances de bajar que de subir. Y fue lo que terminó ocurriendo.
La cotización del minorista, según el Banco Central, bajó de $ 39,77 a $ 37,99 (-4,5%) en tanto el mayorista retrocedió de $ 38,53 a $ 36,88.
A lo largo del día, el Banco Central realizó tres licitaciones de divisas. Se preocupó por avisar de esas operaciones cerca de las 10 de la mañana. En total puso a disposición de los compradores 675 millones de dóla- res, pero solo le compraron 250 millones.
Mientras tanto, los analistas se pasaron el día haciendo cuentas para determinar si el tipo de cambio real que surge de la fuerte devaluación - el dólar subió 100% en lo que va del año- deja al Gobierno en cierta zona de comodidad, que le permita achicar sensiblemente los déficits comercial y de balanza de pagos.
Y la conclusión de los estudios que están apareciendo es que la Argentina logró un “tipo de cambio alto y competitivo”, parecido al de una década atrás.
Un trabajo de la filial local del banco Santander Rio resume ese nuevo escenario: “Esperamos que la presión sobre la balanza de pagos disminuya a medida que la reciente depreciación del tipo de cambio real restablezca el equilibrio del mercado, llevando la cuenta corriente (base caja) a un superávit de 1,2% del PBI en 2019. Para este año estimamos que se registraría un déficit de 2,3% del PBI (frente al 3% que esperábamos previamente). Es de esperar que este ajuste de la cuenta corriente de la balanza de pagos provenga del crecimiento de las exportaciones y de menores impor- taciones. Al mismo tiempo, un dólar más caro afectará los flujos de turismo argentino a los países extranjeros, lo que brindará más espacio para que el mercado de divisas se recupere. Las salidas de dólares del turismo han sido una de las principales fuentes de desequilibrios en los últimos años y han alcanzado casi 11.000 millones de dólares en 2017.”
Lo que parece cierto es que si estas apreciaciones se confirman, los argentinos habrán asistido en estos días a un “overshooting cambiario”, es decir una suba exagerada -avalada por el Banco Central- que es seguida por un descenso, que sirva para “disciplinar” a los que compraron en el pico de la escalada y así evitar nuevas presiones cambiarias en el futuro.
Dejando de lado por un momento que la sociedad en su conjunto vivió esta devaluación con una mezcla de perplejidad y espanto, el fenomenal ajuste cambiario es visto por los analistas económicos como una base para empezar a rebalancear la economía, reducir los desequilibrios y ponerla en la senda, tal vez, de un crecimiento más sustentable de acá en adelante.
También jugaron a favor de un día - al menos un día- de calma cambiaria, el hecho de que empezaron a filtrarse las medidas que adoptaría el Gobierno. La principal, que apuntará a un déficit aún más bajo que el 1,3% en 2019 - ¿déficit cero?- entusiasmó a los inversores, quienes además vieron con beneplácito que el FMI formalice el apoyo al gobierno Argentino.
Tras el anuncio de las subastas se conoció un comunicado del Fondo Monetario Internacional en respaldo de la Argentina, que aportó más alivio al mercado, que ahora espera con cierta calma el resultado de las gestiones que se inician el lunes en EE.UU. No se descarta que se defina un nuevo modelo de intervenciones del BCRA en el mercado cambiario.
El fin de semana más el feriado -el lunes- en los Estados Unidos le dan a los analistas tiempo para seguir orejeando las pistas de los anuncios económicos, que se mostrarán en público el lunes antes de que el ministro viaje a Washington a reiniciar conversaciones con el FMI. ■