Condenan a 14 años de cárcel a un ex concejal salteño por traficar cocaína
Era el presidente del cuerpo legislativo de Salvador Mazza y el encargado de tratar con el proveedor de la droga. Otro político de la ciudad está prófugo, acusado de integrar la misma banda.
Gabriel Alejandro Maurín nació en la ciudad salteña de Tartagal en 1973, pero su vida se desarrolló un poco más al norte, en Salvador Mazza, sobre la frontera con Bolivia. Allí tuvo una exitosa carrera política que le permitió, a principios de 2016, llegar a ser presidente del Concejo Deliberante. También ocupó el cargo de jefe de Bromatología de la Municipalidad y manejó la veterinaria más importante de la localidad.
En apariencia se trataba de un referente en su comunidad. Pero no. Ayer, “Ale” Maurín (así se promocionaba en las campañas por el Movimiento Popular Unido, un partido alineado por entonces al Frente para la Victoria) fue condenado a 14 años de prisión como coautor del delito de “transporte de estupefacientes agravado por el número de personas intervinientes”.
Señalado como el contacto de la banda con el proveedor boliviano Wilson Maldonado Balderrama (70) -alias “Chichín”, detenido en su país hace dos años y con pedido de extradición de Argentina-, Maurín fue detenido el 26 de febrero de 2016, luego de que Gendarmería secuestrara en la localidad chaqueña de Taco Pozo 267 kilos de cocaína que viajaban en el doble fondo de un camión Mercedes Benz .
Ese camión, que estaba siendo monitoreado en dos causas, figuraba a nombre del diputado salteño Ricardo Aparicio, fallecido en 2013, un hombre cuyos contactos con narcos le valieron su cargo. Pero en realidad el vehículo pertenecía a la flota de Rubén “Yerco” Maurín (46), hermano de Alejandro, quien aparecía como titular del seguro.
El 14 de febrero de 2016, día en el que se secuestró el cargamento en Taco Pozo, “Yerco” -abogado y dueño de una flota de camiones en Corrientesestaba escoltando el Mercedes Benz en una Ford Ranger 4x4. También fue condenado a 14 años de prisión.
En el caso se secuestraron numerosos teléfonos satelitales y el GPS que la banda usaba para ubicar a los aviones que debían arrojar la droga a un ritmo de 300 kilos de cocaína por viaje. Esos teléfonos eran fundamentales ya que los campos elegidos para la descarga y acopio eran seleccionados específicamente para estar en un pozo de antenas celulares y dificultar los seguimientos de la Justicia.
En este caso puntual, la droga de Wilson Maldonado Balderrama, marcada con la letra W en cada pan, fue tirada desde una avioneta en un campo de El Quebrachal. Por alquilar ese lugar y acondicionar la cocaína fueron condenados Sergio Velarde, su hermano Rubén y su tío, Francisco Escudero. A los tres les impusieron 12 años de prisión.
La condena menor, a 9 años de cárcel, fue para Jesús Gerónimo. Su hermano Mauricio es el único prófugo de la causa. Al momento de escaparse era concejal de Salvador Mazza. Había conseguido su lugar a través del Frente Grande, en una lista que apoyó al gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey. Cuando supo que lo buscaban, filmó un video clamando su inocencia, y cruzó a Bolivia, donde se cree que vive actualmente.
A Jesús Gerónimo lo detuvieron en su casa de la localidad de El Carril, Salta, cuando intentaba escaparse con 521.000 dólares en un bolso. Ya estaba a bordo del Toyota Corolla de su hermano, con su familia. El dinero fue secuestrado y el Tribunal Oral Federal N° 1 de Salta ordenó su decomiso. De esta manera, si el fallo queda firme, esos dólares pasarán al Estado tal como habían solicitado los aboga- dos de la Unidad de Información Financiera (UIF) Martín Olari Ugrotte y Miguel Augusto Mogrovejo.
La UIF fue querellante en el juicio y también cumple este rol en una segunda causa por lavado de dinero, en la que ya pidió la indagatoria para los miembros de la banda. Las condenas de ayer terminaron de cerrar una historia que ya había pasado los límites de cualquier prudencia y decoro en Salvador Mazza. Apenas dos ejemplos: el concejal Gerónimo tenía 112 celulares a su nombre. Su socio, Alejandro Maurín, había empleado en su veterinaria al sobrino del narco Wilson Maldonado Balderrama. ■