El Presidente afirmó que sin Cambiemos la crisis hubiera sido peor que la de 2001
Buscó motivar a su tropa y dio un mensaje optimista, al igual que Peña. Aunque ambos hicieron autocrítica.
Por primera vez desde que la crisis encendió las alarmas, y a poco más de una semana de reducir la cantidad de ministerios, el Presidente reunió ayer al Gabinete ampliado en el CCCK. Ante su tropa, realizó un duro análisis de la situación, aunque en defensa de su gestión advirtió: “Sin Cambiemos en el Gobierno, esta tormenta hubiese destruido hasta el último cimiento de la Argentina como pasó hace 17 años”.
Ante unos 800 funcionarios y referentes oficialistas del Congreso, el mandatario indicó que el escenario de estallido social del 2001 “no se dio porque hoy tenemos un Gobierno con una convicción clara y que tiene un vínculo muy fuerte con el mundo”. Consideró que “nunca en su historia la Argentina ha tenido este nivel de apoyo político de los principales países del mundo”. Y expuso que eso “se va a ratificar nuevamente en noviembre, cuando llegue el G-20”.
El discurso de Macri duró 20 minutos y fue a puertas cerradas, pero Clarín pudo obtener el detalle completo de lo que se habló. Durante un pasaje recurrió a un concepto que planteó a su turno el jefe del interbloque en Diputados, Mario Negri, a quien luego envió a la conferencia de prensa junto al senador Luis Naidenoff, como gesto hacia el radicalismo, en compañía de la ministra Carolina Stanley. “Como dijo Mario -recordó Macri, somos como una hoja porque hemos hecho tan pocas cosas de raíz que tenemos una dependencia total del mundo. Y sufrimos cuando el mercado va para un lado y para otro”.
Tan enérgico fue el discurso de Negri que también el jefe de Gabinete, Marcos Peña, bromeó al respecto: “No voy a hablar más después de Mario porque es una competencia desigual”, lo destacó. Macri buscó moti- var a su tropa con un video en el que aseguró que este Gobierno tiene “absolutamente todo para salir adelante”. Tanto optimismo del Presidente acaso se explique por los números que manejan en la Rosada, y que adelantó Peña, en el que fue su primer discurso tras los cambios en el Gabinete. Sin citar la encuesta a la que aludía, el ministro dijo que “el 40% de argentinos hoy sigue diciendo que apoya a este Gobierno”, pese a la crisis económica.
Aunque los sondeos del grueso de las consultoras dicen lo contrario, Peña no se quedó ahí y redobló la apuesta: “Hay muchos más que quieren que nos vaya bien, aunque a veces tengan dudas, desconfianza, miedos, necesidades y urgencias”, insistió. También hubo intervenciones de la vicepresidenta Gabriela Michetti y de los ministros Nicolás Dujovne (Hacienda), Dante Sica (Producción) y Stanley (Desarrollo Social).
Casualidad o no, Macri y Peña coincidieron en una autocrítica sobre la marcha del Gobierno. “Cometimos el error de transmitir la convicción de que las mayores dificultades habían pasado o que esta tarea era fácil”, dijo el jefe de Gabinete. Si bien sostuvo que su gestión “ha tenido muchos más aciertos que errores”, el Presidente admitió: “Para mover este elefante pusimos tanto entusiasmo y vibramos tanta alegría que todo esto estaba fuera de la ruta”.
Filoso, Macri envió varios mensajes por elevación. Le atribuyó al “círculo rojo” mostrar desconfianza hacia Cambiemos y expuso que “el mayor problema de la Argentina está en el núcleo del poder” y no en la sociedad . También apuntó hacia los que desde adentro pedían cambios en su Gabinete. “A veces nos volvemos a abrazar a eso de que cambiando tres o cuatro nombres, todo se va a arreglar y no es así”, remató. ■