Clarín

River y Platense reeditan un viejo clásico barrial lleno de historias

Volverán a enfrentars­e tras 19 años. La última vez el equipo de Núñez decretó el descenso del de Vicente López.

- Maximilian­o Benozzi mbenozzi@clarin.com

Son vecinos desde que River se mudó a Núñez en 1938. Y estaban mucho más cerca cuando Platense tenía su estadio en Manuela Pedraza y Crámer. Apenas 23 cuadras los separaban. La distancia no se acrecentó mucho más cuando el Calamar se mudó a Vicente López, a unos casi 4 kilómetros del Monumental. Para muchos, por el importante historial que tienen en Primera División, se ha tratado de un clásico barrial, más allá de la abismal diferencia que siempre existió entre River, el poderoso, y Platense, el humilde.

Al margen de ellos, hay historias que los entrecruza­n, como que Angel Labruna, el máximo ídolo de River, fue técnico de Platense y con él sentado en el banco de suplentes, los Calamares consiguier­on su primer triunfo en Udaondo y Figueroa Alcorta, en un 3-2 en 1967 y repitió con un 4-0 en 1969. O que Carlos “Chamaco” Rodríguez, ex jugador millonario y ac- tual dirigente del club de Núñez, haya sido cuatro veces entrenador de Platense. O Claudio Spontón, referente de Platense y actual técnico de la Reserva de ese club, jugó con la banda roja, con la que fue campeón en el Apertura 1991. “Es un partido especial por la vecindad y la relación que hubo de futbolista­s que jugaron en los dos clubes”, expresó el ex delantero en Continenta­l. Y hubo partidos que marcaron historias entre estos dos viejos conocidos, que volverán a enfrentars­e tras 19 años, por los octavos de final de la Copa Argentina.

• Un desempate por el 2º puesto

¿Quién dijo que el segundo es el primero de los perdedores? ¿O que el segundo puesto no tiene ningún valor? En el fútbol argentino, al menos, en otros tiempos, el segundo puesto tenía un gran valor. Y de hecho se cobraba un premio por alcanzarlo. Es por eso que River y Platense, que igualaron en la segunda posición en el torneo de 1949 (Racing fue el campeón) jugaron dos partidos para desempatar. Y en ambos vencieron los Millonario­s. Los dos encuentros se disputaron en el Viejo Gasómetro. El 14 de diciembre, River ganó 2-1 y doce días después, goleó 4 a 0.

• El milagro Calamar

Última fecha del torneo 1986/1987. River, dirigido por Héctor Veira, no jugaba por nada. La definición del torneo estaba entre Rosario Central y Newell’s. Platense visitaba el Monumental prácticame­nte condenado al descenso el 2 de mayo. Necesitaba ga- narle a River y que Temperley, el otro equipo con chances de descender, al menos empatara con Central en su cancha para forzar un desempate. A los Canallas les servía la igualdad para ser campeones. ¿El resultado? 1-1.

En Núñez, River sacó una ventaja de dos goles a través de Claudio Morresi y de Mariano Aponte, en contra. Quedaba media hora. El Chamaco Rodríguez mandó a la cancha al recordado Miguel Angel Gambier. El Pampa había sido relegado del equipo y hasta pensó en bajarse del partido y no concentrar­se, según consigna el sitio “Calamares en su tinta”. Los compañeros lo convencier­on.

Gambier ingresó y en la primera que tocó la mandó adentro de la red del arco defendido por José Miguel. Platense fue a buscar con todo. A menos de diez minutos del final, llegó la polémica que aún envuelve en suspicacia­s aquel encuentro. Américo Gallego, volante central de River, saltó a defender una pelota con su puño izquierdo en alto. Gambier, que no era el designado a patear los penales, se hizo cargo de la ejecución y empató. No alcanzaba. Faltaba uno más. Con el tiempo cumplido, Gambier lo hizo tras conectar un centro de lleno con su botín derecho. “Fue un milagro”, le dijo Gambier a Clarín luego del partido, reflejado en la crónica de la edición del día siguiente.Platense forzó el desempate con Temperley, al que le ganó 2-0 para seguir en Primera.

• Un descenso anunciado

Durante muchos años Platense caminó por la cornisa. Hasta que en 1999 cayó al vacío de la B Nacional. No pudo evitarlo. Ya estaba condenado pero la sentencia se concretó el 13 de junio de 1999 ¿El rival? River...

Fue contundent­e River en el estadio Ciudad de Vicente López. Dos goles de Javier Saviola y otro de Cristian Castillo decretaron un 3-0 y el descenso de Platense a la segunda categoría del fútbol argentino. Ese fue el último encuentro que jugaron oficialmen­te los vecinos. ■

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Recuerdo doloroso para el Calamar. En 1999 Saviola metió dos goles, River ganó 3-0 y Platense descendió.

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