Miradas y homenajes por el Día del Maestro
• El 11 de septiembre no fue un día más. Se celebró y recordó a todos aquellos maestros que dedicaron y dedican todos los días su tiempo, su esfuerzo y su pasión a estar frente a una clase. Un buen docente es aquella persona empática que acompaña, guía, enseña, aprende y hace todo lo posible por entender y escuchar a sus alumnos. Podrá estar mal pago o no, trabajar en contextos de pobreza o en un colegio que tenga todos los recursos, pero el verdadero maestro que inspira es aquel que deja marca, aquel que pasa por la vida dejando su huella, una huella que nos transforma y nos hace crecer. No conozco a nadie que no recuerde a sus buenos maestros, a esas personas que supieron transmitirnos valores, conocimientos y herramientas para que podamos crecer.
Ellos son los verdaderos influencers de todas las épocas. Por esto mismo, a todas aquellas personas que son maestros y todas las que no lo son, pero llevan uno adentro suyo, ¡felíz día! Pedro van Gelderen vangelderenpedro@gmail.com
• Hace poco recibí en mi correo electrónico una carta escrita en francés. Entró como spam, o sea correo no deseado, pero igualmente la traduje y leí el mensaje. La misma contenía un saludo de inicio, una invitación a ser amigos y otro saludo de despedida. Aunque suelo desconfiar de este tipo de correos, porque son a través de los mismos que actúan los delincuentes informáticos, confieso que lo que escribió la remitente me conmovió.
Decía: “Es bueno en la vida de un ser humano tener una nueva amistad”. La frase me sonó tan tierna y delicada, que dispuse compartirla a través del diario. En el “Día del Maestro”, los invito a ellos y a los padres de los niños a reflexionar sobre la profundidad de la frase que sería bueno difundirla y hacerla práctica. Quizás, ampliándoles el horizonte de sus vidas, dejemos de escucharlos alegrarse porque no hay clases, o fes- tejar que sus padres les regalaron por sus cumpleaños la ausencia a la escuela. Daniel Chávez edchavez58@yahoo.com.ar • Ayer no hubo clases en todo el país por el Día del Maestro, y hoy y pasado en provincia de Buenos Aires tampoco hay clases por huelga docente. Casi un mes sin clases llevan los chicos en Provincia, y por eso los padres pobres hacen un esfuerzo enorme para mandar sus hijos a un colegio privado, aunque sea el parroquial más barato o el del club. No es que sean mejores los privados que los públicos, pero al menos hay clases todos los días. Creo que debería declararse “servicio público esencial” a la educación, igual que en España, donde salud y transporte junto con educación son servicios esenciales y no se puede hacer huelgas.
Lo nuestro no hace más que contribuir a la decadencia y en nada mejora la situación de los maestros. Gustavo Fernández DNI.: 18.205.248