Clarín

Gestos de Macri para calmar la tensión en la interna del oficialism­o

Tras el enfrentami­ento entre Carrió y Garavano

- Ignacio Ortelli iortelli@clarin.com

El Presidente admitió que el ministro de Justicia cometió un error al mostrarse contrario a la detención de un ex presidente, y habló por teléfono con la diputada. Pero no consiguió que Carrió diera marcha atrás con la decisión de iniciar juicio político a Garavano. Este ofreció su renuncia, pero Macri lo respaldó. Y después del fallo que absolvió a Menem, Carrió dijo que también pedirá el enjuiciami­ento de los tres camaristas que lo decidieron.

El Gobierno se ve convulsion­ado por la inesperada interna que protagoniz­an el ministro de Justicia, Germán Garavano, y la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. La puja parece no tener un desenlace claro.

Mauricio Macri quedó en el medio de dos espadas a las que valora especialme­nte. Es que si bien el Presidente, que habló por teléfono con Lilita, admitió en la intimidad ante los suyos que el ministro cometió “un error” cuando opinó sobre el pedido de prisión preventiva para Cristina y, en consecuenc­ia, le pidió una rectificac­ión que llevara calma e hiciera retroceder a la diputada.

“Le dije ( al Presidente) que no dudara si yo tengo que dar un paso al costado”, confesó Garavano. Pero Macri hizo saber que no está dispuesto a entregar la cabeza de su funcionari­o, ya que valora su gestión.

Así, decidió darle un fuerte respaldo: en la reunión de Gabinete, lo ubicó estratégic­amente para la foto junto al jefe de Gabinete Marcos Peña, y luego, en privado, lo confirmó en su cargo: “Seguí trabajando, más fuerte que nunca. Y contá todo lo que venís haciendo por la Justicia”, lo tranquiliz­ó. El ministro salió a aclarar sus dichos una vez más. “Lamento la situación suscitada. Nosotros vamos a seguir trabajando fuertement­e en los objetivos en común con la Coalición Cívica y con la diputada Carrió, que tienen que ver con la lucha contra la corrupción y contra la impunidad”, expuso, junto al canciller Jorge Faurie, tras la reunión de gabinete.

“No hablé sobre casos concretos, nunca lo hago. He sido juez y fiscal y tengo esa limitación. Hablo en abstracto sobre considerac­iones genéricas, era una referencia institucio­nal que marcaba que a todos los países les hace muy mal esta situación”, se defendió. ¿Qué había dicho Garavano que enfureció a Carrió? “Nunca es bueno que se pida la detención o se detenga preventiva­mente a un ex presidente”, sostuvo en diálogo con El Destape Radio. Y aseguró que “no hay elementos para pensar que (Cristina) pueda fugarse o entorpecer la causa”.

Lilita había salido rápido al cruce afirmando que “sus dichos son una vergüenza para la República” y no esperó la aclaración de Garavano. Insistió c on un duro comunicado dirigido al Presidente. Un dato: esa carta abierta se dio luego de la reunión que mantuviero­n Marcos Peña y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, con diputados de la Coalición Cívica y del llamado telefónico que Macri le hizo a Carrió. En esa charla, la legislador­a le adelantó que no iba a dar marcha atrás con su pedido de juicio político al ministro y le planteó su postura: “Le dijo que no tiene que ver con una ‘calentura’ del momento. Acá se cambia o no se cambia”, contaron desde el entorno de la diputada.

En el escrito, publicado en sus redes sociales, la legislador­a dijo que no la guían “el enojo ni la calentura” y ratificó la presentaci­ón en el Congreso contra el ministro, pero amplió el espectro de su ataque al señalar que “la República está sumamente herida por un sector del Gobierno que por convenienc­ia política no desea verdad, justicia y condena”.

Carrió no acusó recibo del esfuerzo por conciliar que hizo Garavano y renovó sus críticas horas más tarde, cuando se conoció el fallo de la Cámara de Casación que absolvió al ex presidente Carlos Menem ( ver página 8). “Ahora entiendo mi proscripci­ón en la Comisión Bicameral de seguimient­o del Ministerio Público de la Nación y los dichos de Garavano”, ironizó, vía Twitter, al sostener que la resolución “demuestra la visceral impunidad que hiere gravemente a la República”. Luego hizo saber, como reveló Clarín, que pedirá también el juicio político del tribunal que benefició al riojano.

De todos modos, y acaso con excesivo optimismo, cerca de Macri confían en que la aclaración de Garavano “va a bajar la tensión”. O al menos evitará que siga escalando el tema. “Es una lástima que estemos en una discusión así, tenemos que tirar todos para el mismo lado y sacar a la Argentina adelante”, lamentó el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien por estas horas trabaja en acercar posiciones.

La relación entre Carrió y Garavano luce rota, pero en el inicio de la gestión tuvieron muchas coincidenc­ias. Comparten como amigo a Fabián Rodríguez Simón, el asesor judicial más importante que tiene hoy el Presidente, a quien le deben mucho ambos: por un lado, fue el principal impulsor para que Garavano desembarca­ra en el edificio de la calle Sarmiento; mientras que, en el caso de Lilita, “Pepín” fue su principal aliado para neutraliza­r la influencia de Daniel “Tano” Angelici, presidente de Boca y amigo de Macri, en tribunales.

Por estas horas, Pepín se esfuerza, junto al jefe de asesores de Macri José Torello, para frenar la interna. Por el momento, no han tenido éxito. ■

 ?? PRESIDENCI­A ?? Gabinete. Mauricio Macri preside ayer la reunión en la que ratificó al ministro de Justicia, Germán Garavano, a quien sentó a la derecha del jefe de Gabinete, Marcos Peña.
PRESIDENCI­A Gabinete. Mauricio Macri preside ayer la reunión en la que ratificó al ministro de Justicia, Germán Garavano, a quien sentó a la derecha del jefe de Gabinete, Marcos Peña.

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