Schiavi, Cirigliano y el maquinista, más cerca de la cárcel por la tragedia de Once
La Cámara de Casación les rechazó los recursos de apelación. También a Ricardo Jaime, que ya está detenido pero por otras causas. El conductor del tren, Marcos Córdoba, se entrega hoy.
La Cámara de Casación rechazó el recurso extraordinario de apelación a la Corte del ex secretario de Transporte, del ex titular de la concesionaria TBA y del conductor del tren. El tribunal que los juzgó deberá ejecutar la sentencia. Alcanza a Jaime, preso por otras causas.
Es una de las causa de corrupción K más avanzadas, con sentencias en doble instancia. Y ayer dio un paso más. La Cámara de Casación rechazó los recursos de apelación a la Corte Suprema de los condenados por la Tragedia de Once. Así, Juan Pablo Schiavi, Claudio Cirigliano y el maquinista Marcos Córdoba quedaron al borde de ir a prisión. La decisión afecta también a Ricardo Jaime, quien ya está preso pero por otros juicios. Y a otros 16 condenados, todos ex directivos de la concesionaria TBA. A más de seis años del peor siniestro ferroviario de la historia del país, que dejó 51 muertos (incluida una embarazada) y más de 700 heridos, la causa está cerca de terminar.
Ahora, el expediente volverá al Tribunal Oral Federal (TOF) N° 2, el que falló en primera instancia, para que se notifique y ejecute la sentencia. A los condenados les queda el recurso de queja ante la Corte Suprema, pero el TOF ya quedó habilitado para enviarlos a la cárcel. Fuentes de la investigación adelantaron que algunas detenciones podrían producirse incluso hoy: de hecho, Córdoba se entregará esta mañana, según le confirmó a Clarín su abogada defensora, Valeria Corbacho.
La sentencia en primera instancia ya había sido ratificada el 8 de mayo por Casación, aunque modificó algu- nas de las penas determinadas por el TOF N° 2 en el juicio oral. Así, el castigo mayor será para Jaime: al ex secretario de Transporte de la Nación le corresponderán ocho años, por estrago y administración fraudulenta contra el Estado. Se trata de una pena unificada por tres causas diferentes: la de Once más la de recepción de dádivas y la de destrucción de pruebas en otro juicio que enfrentó.
Su sucesor en el cargo, Schiavi, deberá afrontar una condena de cinco años y medio, también por estrago y defraudación al Estado. En primera instancia le habían dictado ocho años, pero Casación le redujo la sanción porque entendió que los delitos contra la administración pública habían sido cometidos principalmente durante la gestión de Jaime.
Para Cirigliano, en tanto, el castigo será de siete años, dos menos de lo que se había fijado en el juicio oral. Pero su hermano Mario quedará libre: pese al reclamo de los familiares de las víctimas, ni el TOF N° 2 ni Casación lo encontraron culpable.
A Córdoba le dieron tres años y tres meses. En la mañana del 2 de febrero de 2012 conducía el tren Chapa 16 que se estrelló contra el paragolpes del andén 2 de la terminal del ferrocarril Sarmiento.
La decisión de la Cámara también involucra a los otros ex directivos de TBA condenados: Marcelo Calderón, Jorge Alvarez, Carlo Michele Ferrari, Jorge De los Reyes, Carlos Pont Vergés, Víctor Astrella, Laura Ballesteros, Guillermo D’Abegnino, Francisco Pafumi, Antonio Suárez, Sergio Tempone, Roque Cirigliano, Pedro Raineri, José Doce Portas, Oscar Gari- boglio y Alejandro Lopardo.
La Sala III que rechazó los recursos está conformada por Carlos Mahiques, Viviana Catucci y Eduardo Riggi. En la ratificación en segunda instancia, este último juez firmó un fallo que resume por qué se produjo la tragedia en el tren: los condenados “omitieron realizar las tareas de mantenimiento a cargo de la empresa, dejándose sin ejecutar los programas que se hallaban obligados a cumplir, para que una vez producida la afectación del material rodante, se solicitara al Estado nacional una reconstrucción que era solventada con fondos públicos y ejecutada por Emprendimientos Ferroviarios SA, la cual también era controlada por Cometras”, que era la firma comercial de los hermanos Cirigliano.
En otras palabras: el mecanismo era dejar que los trenes se dañaran y asignar dinero para repararlos. Pero las formaciones se encontraban en una situación calamitosa: al Chapa 16 le faltaban compresores de freno, tenía puertas que no cerraban y había agujeros en los vagones, entre otras fallas que los pasajeros denunciaban desde hacía años.
La decisión de la Cámara de Casación significó para los familiares de las víctimas un alivio y el fin de una larga espera (ver Pág. 4). Por el contrario, sienta un mal precedente para Julio de Vido, el ex ministro de Planificación, superior jerárquico tanto de Jaime como de Schiavi, quien afronta el juicio conocido como “Once 2”, también por la tragedia. El ex funcionario K no había sido procesado en la causa original, pero el fallo del TOF N° 2 ordenó investigarlo. ■