El dólar cortó tres días a la baja y por el ruido externo rebotó a $ 39,44
Volvieron los temores por la suba de la tasa en EE.UU. Cayeron la Bolsa y los bonos y subió el riesgo país.
Revirtiendo la tendencia a la baja que se observó entre lunes y miércoles, ayer el dólar escaló 70 centavos y cerró a $ 39,44, según el promedio del Banco Central.
En este rebote influyó la reversión del escenario internacional, donde crecieron los temores por la suba de la tasa de interés en los Estados Unidos. La tasa que pagan los bonos a 10 años emitidos por el Tesoro de ese país saltó a 3,20% y renovó los temores a un fortalecimiento del dólar, lo que provoca temblores en el resto del planeta.
El efecto sobre los activos financieros argentinos fue severo. Los bonos de la deuda -sobre todo los de más largo plazo- cayeron cerca del 2% y el índice MerVal de acciones líderes retrocedió 3,4% en pesos, que sumado a la apreciación del dólar da una caída del MerVal, en dólares, cercana asl 6%.
Es, precisamente, lo que perdieron los papeles argentinos en Wall Street, donde luego de tres días de recuperación se desplomaron. El caso más saliente, las acciones de Grupo Galicia, que cedieron 9%.
En ese contexto, el riesgo país volvió a subir y se ubicó en torno a los 636 puntos básicos.
Pese al rebote el dólar, el tipo de cambio se mantiene prácticamente en el centro de la banda de flotación. El mayorista cerró en $ 38,34 prácticamente a la misma distancia del piso que del techo de la denominada “zona de no intervención” que se impuso el Banco Central.
El movimiento del tipo de cambio se dio -por supuesto- sin intervención del Banco Central. Tampoco de bancos oficiales. El Tesoro tiene excedente de dólares por casi 1.000 millones por mes de acá a fin de año, pero todavía no se vieron sus dólares en el mercado. Se estima que la venta de divisas por parte de Hacienda se harán a través de subastas comunicadas al mercado con anticipación.
En el mercado coinciden en que más allá de cierta volatilidad, con estas tasas de interés es difícil que el tipo de cambio se pueda escapar por encima de la zona de no intervención. Pero al mismo tiempo, los analistas financieros advierten que si no se acotan los idas y vueltas del tipo de cambio será muy difícil que el mercado en general se tranquilice. El deseo de los operadores -y del propio Banco Central- es que el dólar se mueva muy suavemente, para que de esa manera salga del foco de atención de los inversores y de los ahorristas, y se acelere -si fuera posible- la desdolarización de carteras de inversión.
Sería el paso previo a una mayor demanda por activos financieros en pesos, que descomprima un poco la extrema severidad del programa monetario y su objetivo de secar la plaza. Lo cierto es que la aspiradora recién arrancó y se espera que hasta fin de año el panorama financiero será dominado por la incertidumbre. ■