Estados Unidos y Europa acusan a Rusia de preparar ciberataques a escala global
Holanda expulsó en abril a 4 espías rusos que planificaban una operación en Suiza. Moscú lo niega.
Llevaban pasaportes diplomáticos con números correlativos y en el aeródromo holandés los esperaba un diplomático ruso. Se llaman Alexei Morenets, Eugueni Serebriakov, Oleg Sotknikov y Alexei Minime. Dos son expertos informáticos y los otros dos agentes de inteligencia. El contraespionaje holandés los tuvo controlados desde su llegada al país. El 11 de abril alquilaron un auto Citroën C3 y reconocieron una zona de La Haya donde se encuentra la sede de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ). En todo momento estuvieron vigilados por agentes de la inteligencia holandesa. El 13 de abril estacionaron su vehículo en el parking de un hotel situado a pocas decenas de metros de la entrada del edificio de la OPAQ. Los agentes holandeses intervinieron, detuvieron a los cuatro rusos y les incautaron material de ciberespionaje, pasaportes diplomáticos con números correlativos y decenas de miles de euros y dólares en efectivo. Holanda los deportó inmediatamente.
Su siguiente objetivo sería, según explicó Holanda, la Agencia Mundial Anti-Dopaje, con sede en Suiza y que en los últimos años tiene en su punto de mira al deporte ruso por lo que considera una campaña decidida al más alto nivel del poder para dopar masivamente a sus deportistas.
La OPAQ es un organismo de Naciones Unidas que en los últimos años se dio a conocer por su papel para demostrar el uso de armamento químico en Siria o en ataques contra ciudadanos rusos en territorio británico. Este organismo recibió en 2013 el Premio Nobel de la Paz por su labor a favor de la destrucción de las armas químicas.
La Unión Europea y la OTAN salie- ron en tromba a criticar a Rusia. El secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, exigió a Moscú que cese el “comportamiento temerario”. Stoltenberg, tras reunirse con los ministros de Defensa de la OTAN, dijo a Moscú que detenga “el uso de la fuerza contra sus vecinos, las campañas de desinformación generalizadas” y sus avances para influenciar las elecciones en otros países. En un comunicado conjunto, los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea, Donald Tusk y Jean-Claude Juncker, acusaron a Moscú de “socavar el derecho internacional y las instituciones internacionales”. “La UE -reza el comunicado- seguirá fortaleciendo la resiliencia de sus instituciones y la de sus estados miembros, socios y organiza- ciones internacionales en el dominio digital”.
El secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, dijo en Bruselas que el intento de ciberataque contra la OPAQ “es el último episodio en un patrón global de comportamiento temerario e irresponsable por parte de Moscú”. Moscú ironizó. Una portavoz de la Cancillería rusa dijo que “la espionajemanía está ganando impulso” y que las acusaciones son solo “parte de una nueva campaña internacional antirusa”.
Holanda anunció que había recibido apoyo de inteligencia del Reino Unido para detener la red rusa. Los gobiernos holandés y británico dijeron que Rusia está inmersa en una campaña global de ataques informáticos que busca crear inestabilidad.
El tiempo del intento de operación de inteligencia ruso coincide con la investigación sobre las armas químicas utilizadas en Siria y con la relativa al intento de asesinato por envenenamiento de Serguei Skripal, un ex agente ruso exiliado en el Reino Unido.
La detención de los cuatro agentes en Holanda y la investigación del envenenamiento de Skripal en el Reino Unido muestran también que los servicios de inteligencia militar rusos, conocidos como los GRU, han perdido la eficacia y secretismo que tuvieron en la Guerra Fría. Un funcionario de la OTAN se sorprendía ayer: “Lo raro no es que los rusos hagan esas operaciones, lo raro es que los detengamos y que parezcan tan amateurs”. ■