Inmunoterapia contra el cáncer, la clave de la distinción
Aprovechar la capacidad del sistema inmune para atacar las células cancerosas es la clave del descubrimiento de los inmunólogos James Allison (EE.UU.) y Tasuku Honjo (Japón), quienes obtuvieron el Nobel de Medicina 2018.
Los expertos “demostraron cómo estrategias diferentes para inhibir los frenos del sistema inmunitario pueden ser usadas en el tratamiento del cáncer”, explicó el jurado del Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia, que otorgó el prestigioso premio.
Allison comenzó en los 90 a estudiar una proteína llamada CTLA-4, que funciona como un freno que impide que los linfocitos T identifiquen y combatan a determinadas células. Honjo descubrió la PD-1, otra proteína que se expresa en la superficie de los linfocitos T, también impide que ataquen a los tumores. Según se sabe, una de las propiedades del sistema inmunológico es su capacidad de discriminar entre estructuras “propias” y “aje- nas”, como bacterias y virus. Los linfocitos T son esenciales en ese proceso, ya que poseen receptores que se adhieren a estructuras “ajenas”, desencadenando una respuesta inmunológica.
“Durante más de 100 años los científicos han intentado reclutar al sistema inmune para luchar contra el cáncer”, pero “hasta los descubrimientos de los dos premiados, los progresos clínicos fueron modestos”, resaltó el Instituto Karolinska.