Un paseo por la intimidad de la Villa Olímpica
Son 20 edificios y 1.049 departamentos. Allí anidan los sueños y se guardan las frustraciones.
La Villa Olímpica descansa, pero no duerme. Con múltiples competencias desarrollándose y otros tantos entrenamientos llevándose adelante en la media mañana, son momentos pacíficos en Villa Soldati, donde se emplaza la veintena de edificios que alberga a 4 mil jóvenes deportistas del mundo. Es hora de ingresar.
En los tenders cuelgan los toallones. De una percha, puesta del lado de afuera de una ventana, una remera. Y alguna que otra prenda interior masculina. En el balcón del piso que ocupan los chilenos descansa, ruedas arriba, una bici de BMX. Alguna cara femenina australiana, tímida, se asoma por una ventana de casualidad y se queda unos instantes mirando, casi detrás de la cortina. Claro: le invaden la privacidad.
Los idiomas se confunden en el trayecto ya que, para que la visita sea más organizada, además de quienes conducen la caminata está Belén, dispuesta a traducirle a la prensa internacional. Y ahí se cuenta que las futuras casas (exactamente 1.049) albergan a aquella cantidad de atletas aunque también 2.700 personas trabajan a diario en la Villa en todo concepto. Por ahora, los hogares no tienen cocina ya que los deportistas comen en el comedor, ni gas, prohibido en las villas. Y ya están adjudicadas a través de créditos del banco Ciudad que fueron en un 50 por ciento destinados a gente de Soldati y Lugano, en un 10 por ciento a maestros de la Ciudad, en un 10 por ciento a policías y el resto a una selección de entre casi 10 mil postulantes.
Una de las curiosidades muestra a una esgrimista australiana que ensaya movimientos con su entrenador en plena vereda a las afueras del gimnasio de una reconocida cadena que tienen los chicos dentro de la Villa.
En un rincón del complejo, las Leoncitas bajan de su piso en el edificio que alberga exclusivamente a los 141 deportistas argentinos, preparadas con sus bolsos para ir a enfrentar a India. Un rato más tarde vencerán por 5 a 2 para continuar por la senda triunfal que arrastran en los Juegos y se clasificarán a los cuartos de final. Saludan amablemente, aunque miran sorprendidas la presencia ajena a su estrato.
Postales de una Villa que por ahora descansa, pero que con el correr de las horas y especialmente cuando regresen los atletas con sus medallas, cobrará vida como si se tratara de una película de Disney en la que la magia hace su aparición. ■