Arabia Saudita admitió al final que el periodista murió en su consulado
El reconocimiento llega 17 días después de la desaparición de Jamal Khashoggi. La versión de la monarquía islámica es que la muerte fue a causa de una pelea a golpes.
La Fiscalía General de Arabia Saudita reconoció que Khashoggi murió a causa de una pelea a puñetazos dentro del consulado en Estanbul. Hubo 18 detenidos y se culpa a uno de los jefes de inteligencia: el general Ahmad al Assiri. El periodista era un opositor al reino saudí.
Después de 17 días el reino islámico de Arabia Saudita admitió finalmente que el periodista disidente Jamal Khashoggi murió en el consulado de Estambul, aunque dio una alambicada y controvertida versión sobre lo ocurrido: sostiene que su deceso se produjo a causa de una “pelea” con los funcionarios que lo estaban entrevistando en la delegación diplomática.
“Las investigaciones preliminares efectuadas por la Fiscalía Pública acerca de la desaparición del ciudadano saudí Jamal bin Ahmad Khashoggi revelaron que las discusiones que ocurrieron entre él y las personas que se reunieron con él du- rante su presencia en el consulado saudí en Estambul derivaron en una riña y una pelea a puñetazos con el ciudadano, Jamal Khashoggi, lo que llevó a su muerte. Que su alma descanse en paz”, afirma un comunicado de los fiscales saudíes.
La investigación interna de Riad sobre el caso, que derivó en un escándalo a nivel internacional, adjudica la responsabilidad a un grupo de agentes de Inteligencia. Como consecuencia de este proceso se detuvo a 18 personas involucradas y se anunció que fue depuesto un alto responsable de sus servicios de inteligencia. “Ahmad al Assiri, vicepresidente del servicio general de Inteligencia ha sido destituido de su cargo”, indicó un medio estatal, citando un decreto real. Las autoridades sauditas también despidieron a un consejero de la corte real, Saud al Qahtani.
En forma paralela, el rey Salmán bin Abdulaziz ordenó la creación de una comisión ministerial para reestructurar los servicios de Inteligencia. De esta manera la culpa recae sobre el general Al Assiri y su equipo, desvinculando así a la monarquía del escándalo.
El caso se esclarece poco después de una nueva conversación telefónica entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el rey Salmán. Ambos dialogaron este viernes sobre la crisis y la necesidad de dar una respuesta sobre la desaparición del pe- riodista, que se hallaba exiliado en Estados Unidos y era columnista del diario Washington Post.
Lo que aún no se estableció es qué sucedió con el cuerpo de Khashoggi. Ayer la policía turca investigaba un bosque cercano a Estambul, donde se creía que podría haber sido descartado el cadaver, ya que las cámaras de seguridad mostraron la salida de un vehículo desde el consulado saudita hacia esa zona.
The New York Times había anticipado este desenlace, señalando que la estrategia había sido planeada por Estados Unidos, quien se sentía muy incómodo por tener un aliado clave involucrado en un hecho de esta naturaleza. El plan, según el diario, era desvincular a la Corona saudita del episodio y buscar un chivo expiatorio, en este caso el general Al Assiri.
El militar es el número dos de los servicios de Inteligencia sauditas y un hombre del círculo íntimo de la monarquía islámica. Fue, además, el vocero de la coalición que encabeza Arabia Saudita en la devastadora guerra de Yemen. Como responsable del área justificó las matanzas cometidas por la aviación saudita en ese cruento conflicto.
Al Assiri fue educado y entrenado en Estados Unidos. Habla inglés con fluidez. Toda su carrera la hizo en la Fuerza Aérea saudita, antes de pasar hace un año a los servicios de Inteligencia. Desde ese puesto cimentó su relación con la Corte real, ya que pasó a integrar la pequeña red de asesores del príncipe heredero. Algunas fuentes citadas por medios estadounidenses señalan que Al Assiri no estuvo ajeno a todo el episodio que terminó con la masacre de Khashoggi.
El periodista desapareció el 2 de octubre cuando fue hasta el consulado a realizar un trámite para obtener los documentos necesarios para casarse con su novia turca.
La versión saudita contradice las investigaciones realizadas por la policía turca, para quien fue un caso criminal. Según sostienen las autoridades turcas, Khashoggi fue atrapado por un grupo comando integrado por 15 agentes sauditas, enviados especialmente por Riad, que lo torturaron cortándole los dedos de una mano. Luego lo decapitaron y un jefe forense lo desmembró. Turquía asegura tener una grabación que confirma todo lo ocurrido. ■