Detienen a cinco docentes por amenazar y dejar sin comer a chicos de jardín
Son dos maestras y tres auxiliares de la escuela “Tribilín”, de San Isidro. La prueba clave, un audio con los maltratos.
“Tenía 2 años. No hablaba. Pero no se quería bañar. Creíamos que era un capricho. Luego, con el tratamiento psicológico, se determina que claramente el nene sufría un shock postraumático y asociaba el agua como castigo”, dice a Clarín Valeria García. Junto a nueve padres más, conformó la querella contra las cinco maestras del jardín Tribilín de San Isidro que fueron condenadas y detenidas por haber maltratado al menos a 40 nenes de entre 2 y 5 años.
La prueba más fuerte es un audio que registró uno de los padres durante la colonia de verano de 2013, cuando escondió un iPod en una de las mochilitas.
El hijo de Valeria aún no recibió el alta de la psicóloga. “Me enteré del audio cuando uno de los padres le entrega a mi marido la transcripción en la puerta del jardín.”
A Cristian, Mariana Buchniv -una de las maestras condenadas y socia de la directora, Noemí Nuñez, también detenida- lo hace entrar y le dice: “Hay una denuncia. Vos no hagas nada. Hay 8 familias que comen de acá”.
Por un momento, Valeria y Cristian tuvieron dudas. No habían escuchado el audio y les costaba creer lo peor de un lugar al que mandaban a su hijo desde que tenía 3 meses. Pero, igual, lo llevaron al sanatorio San Lucas, donde les dijeron que no había signos de maltrato físico. Escucharon lo mismo del pediatra, que les sugirió una consulta psicológica urgente para el nene. Algo que tampoco demoraron en hacer.
“Jamás me voy a olvidar ese audio. Reconocí la voz de cada una”, dice la madre y asegura que la peor frase de la grabación, que dura casi cinco horas, fue directamente dirigida a su hijo. “¿Querés mirarme la cajeta? Te la muestro’”, le dijo Yanina Gogonza, otra de las docentes de Educación Inicial.
En el relato de más padres encontraron similitudes con el extraño comportamiento de su hijo. “Llanto excesivo antes de entrar al jardín. A lo que las maestras nos respondían: “quedate tranqui, lo entrás y se le pasa”, cuentan. También “problemas con la alimentación”. Es que la “quita” de la comida era otro castigo.
Según la querella, también los amenazaban con dejarlos abajo del agua, lo que generó que la mayoría de esos nenes no quisieran entrar a una pileta o ni siquiera lavarse el pelo.
“Yo tengo gemelos. Ambos lloraban a la mañana cuando les poníamos el uniforme del jardín. Y cuando nos acercábamos ahí en el auto empezaban a decir ‘Yani no, Yani no’...que era una de sus maestras. Estaban tristes”, narra Pablo, otro de los padres.
También, asegura, los nenes -que fueron a ese jardín desde el año hasta los 3-salían con muchísima sed.
“Al punto de tomarse una botella de 600 cc de agua cuando los pasábamos a buscar.” Y uno de sus hijos se masturbaba compulsivamente. “Fuera de lo lógico para un niño de su edad. Pese al maltrato, las docentes
Con la maestra Yanina la relación era tan buena que hasta la invitaban a los cumpleaños
eran extremadamente amables cuando los recibían”, sigue. La relación con Yanina era tan buena con los padres que hasta la invitaban a los cumpleaños. “Eso nos desconcertó a todos.”
El que grabó el audio es Diego Hernayes, papá de una de las nenas. “Nos esperó esa tarde y nos entregó a todos la transcripción y nos mando el audio a todos. Habia dos padres del jardín que trabajaban conmigo y así se fue pasando de una familia a otra hasta que nos encontramos todos en el horario de salida ese día, cuenta Pablo sobre el día de la denuncia.
Tras cinco años de interponer recursos para demorarlo, finalmente las cinco maestras llegaron al juicio oral imputadas por abandono de persona, amenazas y lesiones. Si bien todas están detenidas y condenadas. La pena recién se conocerá el 5 de noviembre. La fiscalía pidió 10 años, la pena máxima para este tipo de delitos. Pero la querella pidió 12, porque imputó por “coacción” a tres de ellas.
En el audio sólo a dos de las mujeres no se las escucha amenazar a los chicos con frases como “Dejá de gritar, callate. ¿Querés ir a la pileta?” o “Comé vos. Abrí la boquita. Guay que vomites”. ■