Soldati es la mejor opción pero está lejos de ser una alternativa
Aún con la satisfacción lógica por el test aprobado que significó la organización de los Juegos de la Juventud, Mauricio Macri anunció al Parque Olímpico como nueva sede del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo. ¿Significa esto que desde el lunes los atletas argentinos de elite se entrenarán en el moderno y para la mayoría desconocido predio de Soldati en lugar de hacerlo en el obsoleto y acostumbrado de Núñez? Para nada. La mudanza, a lo sumo, deberá tardar más o menos un año.
En el sur de la Ciudad no sólo están las instalaciones deportivas que se construyeron para Buenos Aires 2018 en el predio de lo que era el Parque Roca. En el complejo en el que se invirtieron 2.250 millones de pesos hay un estadio con techo retractil -el fan- tástico Mary Terán de Weiss-, seis pabellones deportivos principales -el de las piletas de natación y saltos ornamentales, el de gimnasia y otros cuatro multideportivos-, dos pistas de atletismo, seis canchas de tenis y varias áreas para diferentes disciplinas al aire libre. Pero faltan un alojamiento con, por lo menos, 350 camas, un comedor, un par de gimnasios de musculación y laboratorios, entre otros edificios.
Un punto importante es que la co- munidad deportiva argentina no quiere saber nada con la mudanza, al menos por ahora. “Las pistas son excelentes, pero ¿dónde vamos a guardar los implementos como vallas, jabalinas y garrochas, por ejemplo?”, aseguró y se preguntó Fernando Pastoriza, el director técnico del equipo olímpico juvenil de atletismo. “Yo quiero ir cuando todo esté listo. Ya sé cómo es esto porque después dicen ‘entiendan que están en un lugar nuevo’. Lo lamento pero no quiero entender nada”, había señalado Julio Velasco en plena preparación mundialista del seleccionado de voleibol. Y hay escepticismo, además. “Tenemos becas atrasadas y nadie sabe cómo seguirán apoyando a los atletas de Buenos Aires 2018. ¿En ese marco quieren mudar el CeNARD?”, apuntaron varios deportistas y entrenadores en los últimos días. Es cierto que cualquier cambio genera resistencia pero hay una realidad también: si bien el CeNARD lavó su cara después de un trabajo de cuatro años que demandó mucho esfuerzo, sus instalaciones están viejas si se las compara con las de Soldati.
Otro ítem que habrá que tener en cuenta es el de la seguridad y el mantenimiento. Proteger a las personas, en primer término; ý el cuidado de las instalaciones. Hasta no hace muchos años el CeNARD era el lugar ideal para el picnic dominguero de las familias, con adultos tomando sol en sus reposeras, con chicos andando en bicicleta por sus espacios asfaltados y con mascotas haciendo sus necesidades donde los atletas soñaban sus sueños de medallas. Volver a eso sería atrasar hasta la prehistoria. ■