Clarín

También nos hemos vuelto de pocas pulgas

- Alberto Amato aamato@clarin.com

Tuve que encarar una nueva charla con mi perra Lola y tus pulgas, perrita. Con estos calores proliferan y vos y yo somos ya gentes de pocas pulgas. Nadie se aguanta pulgas en el cuerpo, por pocas que sean. En vos lo solucionan una pastilla y unos buenos baños. Los humanos, perrita, somos diferentes. Dicen que los que tenemos pocas pulgas lo somos porque tenemos cada vez menos paciencia con las gentes y las cosas. No es tan así: sucede que hemos desarrolla­do cierta resistenci­a a la tolerancia tonta, que no es lo mismo.

El drama, Lola, no somos quienes tenemos pocas pulgas, sino la gente pulgosa. Los que desarrolla­n esa extraña habilidad de joderte la paciencia, la buena voluntad, los sueños, la tranquilid­ad y las esperanzas. Los hay de variados tipos y actitudes: gente que cree estar de vuelta sin haber ido nunca a ningún lado, mediocres inconscien­tes de sus carencias, pedantes de verbo inflamado, coimeros que se creen patriotas, presumidos por despertar cada mañana, ostentosos a todo volumen, bo- nitos con espejo propio, lectores de ningún libro… La lista es larga, Lola, pero ya bostezás.

Cualquiera pierde la paciencia ante tal energúmeno; hasta vos te has ido a los garrones de uno, no lo niegues. Es entonces cuando te dicen que tenés pocas pulgas y te hacen víctima y culpable al mismo tiempo; incluso dicen que somos gente tóxica, Lola, las estupidece­s que hay que escuchar. En estos tiempos inquietant­es de autorrefer­encia e influencer­s, en el que una selfie vale más que una idea, esa es la hipocresía de los pulgosos, perrita. Así que no gruñas: contra ellos no hay química que valga. Y no te rasques, que me pica a mí.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina