La tía de Sheila se despegó del crimen y le apuntó al marido
Fue indagada en el hospital donde dio a luz a su cuarto hijo. Dijo que no estuvo en su casa en el momento en el que desapareció la nena. Su pareja se negó a declarar.
Dio a luz el viernes y ayer habló con la Justicia. Dijo que no estuvo en su casa la tarde en que desapareció la nena. Y complicó a su esposo.
El crimen de Sheila, de 10 años, fue parte de un plan ideado por sus tíos, que seguirán detenidos. Así lo determinó el fiscal del caso y los dos seguirán imputados por un delito por el que podrían recibir la pena máxima. Fabián Esequiel González Rojas (24), de nacionalidad paraguaya, y su pareja Leonela Ayala (25), tía de Sheila, fueron indagados ayer. El hombre se negó a declarar, pero la mujer sí lo hizo y complicó a su marido al decir que ese día “estuvo lejos” de su casa “durante varias horas”, según dijeron fuentes del caso a Clarín.
El fiscal Gustavo Carracedo pidió ayer que la pareja siga detenida por 15 días más, prorrogables por otros 15. A los dos los imputaron por ser coautores “del delito de homicidio agravado por alevosía”. En el caso de González Rojas, el ficsal incluyó el agravante del “femicidio”. El artículo 80 del Código Penal prevé “prisión perpetua” para quienes sean condenados por estas calificaciones.
De acuerdo a la reconstrucción de “prima facie” que realizó el fiscal, los dos tíos “idearon un plan común para causar la muerte de la menor estrangulándola a lazo con una sábana”. Además, ubicó el momento del crimen entre el domindo 14 a partir de las 12, cuando desapareció Sheila, y el martes 16, en el interior de la vivienda ubicada en el segundo piso del complejo conocido como “Campo Tupasy”, ubicado en Aristóbulo del Valle y Laguna.
Lo que la investigación todavía no pudo probar es si a Sheila la mataron durante un ataque sexual. Pero esa es la principal sospecha sobre el móvil del crimen. Sí hay indicios: rasguños en uno de los brazos de su tío po-
lítico, el cuerpo desnudo adentro de una bolsa donde también estaba su ropa y la declaración de un vecino a la Policía acusando a González Rojas de abusar de su hija de 9 años.
Esa denuncia fue realizada este viernes a los policías que custodiaban el predio donde fue hallado el cuerpo por un hombre que contó que hace unos siete meses se peleó con el tío de Sheila. En aquél hecho tuvo que intervenir la Policía pero no se habían conocido los motivos de la discusión. Ahora, según la versión del testigo, habría sido porque el vecino vio cómo González Rojas abusaba de su hija y lo increpó. Fuentes policiales señalaron a Clarín que los agentes que recibieron el relato derivaron al denunciante a la fiscalía que investiga el crimen de Sheila. No obstante, hasta el cierre de esta edición no estaba confirmado que el hombre haya realizado la presentación formal.
En cuanto a Ayala, la mujer iba a declarar este sábado pero como cursaba la semana 37 de su embarazo el viernes la internaron en el hospital de Malvinas Argentinas. Esa misma tarde nació su cuarto hijo que tuvo con González Rojas. Si bien estaba lúcida, no podía trasladarse y la idea del fiscal era indagarla el lunes. Finalmente ayer decidieron adelantar el trámite. Alrededor de las 17, el fiscal Carracedo fue hasta el hospital donde
la mujer sigue internada. La acusada declaró cerca de dos horas y negó ser la autora del crimen de Sheila.
De esta manera, se cayó la primera versión que la tía le había dado a la Policía al ser arrestada. “Tomamos alcohol y drogas y no sabemos lo que pa
só”, había dicho. Ayala había tenido una primera contradicción cuando en la entrevista del preparto aseguró a los médicos que durante su embarazo no tomó “ninguna sustancia” y no fumó “ni siquiera un cigarrillo”. Los investigadores sospechan que con la versión del alcohol y las drogas, en realidad, Ayala hablaba por su esposo.
Lo que le dijo la tía de Sheila a Carracedo fue que el domingo salió de su casa con sus tres hijos alrededor de las 12, el horario en el que su sobrina fue vista por última vez. Y que volvió después de las 18. Así buscó des
pegarse del eventual momento en el que mataron a su sobrina. Ahora, los investigadores buscarán
probar esos dichos con testigos o incluso datos de antenas de celulares que acrediten en qué zona estuvo esa tarde. Fuentes cercanas al expediente señalaron que en un contexto de abuso “es común que los hechos ocurran cuando el agresor queda solo en la casa”.
No obstante, los investigadores creen que el cuerpo de Sheila estuvo es
condido varios días en el departa- mento de la pareja hasta su aparición en el hueco de una medianera lindera. Por lo que, de ser cierta su declaración, podría haber incurrido en el delito de “encubrimiento agravado”. En ese caso la pena prevista es sustancialmente menor.
El informe preliminar de la autopsia determinó que Sheila fue asesinada “estrangulada con un lazo” y que no llegaron a violarla. Pero los peritos de la Policía Científica le practicaron tres hisopados para saber si quedaron rastros de ADN de los atacantes en su cuerpo. Esos resultados se conocerán en los próximos días.
Los investigadores también analizaron el dormitorio donde se sospecha que Sheila fue atacada y recolectaron muestras del lugar en busca de ADN de la menor, especialmente sobre una manta roja encontrada en una de las habitaciones.
Tras las pericias, los investigadores entregaron el cuerpo de Sheila a sus familiares, quienes ayer despidieron a la víctima en el cementerio de San Miguel (ver Dolor...). Yanina, mamá de la nena, sufrió una descompensación durante la ceremonia. El que estuvo ausente en el entierro fue Juan Carlos Ayala, padre de Sheila, que había había recibido la tenencia de la menor el jueves de la semana pasada, días antes del crimen, tras un acuerdo extrajudicial.