Clarín

Por las condenas y procesos, Jaime podría merecer 12 años de cárcel

El ex funcionari­o fue condenado por Once, arregló varios juicios y aún le quedan otros pendientes.

- Lucio Fernández Moores lfmoores@clarin.com

Ricardo Jaime, uno de los hombres -y mujeres- acusados de “robar para la corona” durante los sucesivos gobiernos kirchneris­tas y expuestos de manera cruda y hasta confesa en la llamada “causa de los cuadernos” que llevan adelante el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli, lleva dos años y medio tras las rejas y por las cuatro condenas que ya pesan sobre sus hombros el paso en prisión debe ser de ocho años.

Sin embargo, al aceptar ahora la ilicitud de su exponencia­l enriqueci- miento, se le sumará una quinta condena que precisará de una reevaluaci­ón del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 6 para establecer una nueva “pena única”, como dicen los jueces, que obviamente será mayor y que podría acrecentar­se en virtud de los procesos que aún tiene en marcha.

Fuentes judiciales estimaron que la fiscal Gabriela Baigún pedirá para él, al proponer el “juicio abreviado” al TOCF6 por cuatro de los cinco casos que debía enfrentar ahora, una pena que rondará los cuatro años de cárcel. Los jueces Fernando Canero, José Martínez Sobrino y Julio Panelo determinar­án, en caso de homologar el acuerdo, la nueva pena única, que podría ser, sumada matemática­mente, a doce años totales o menos.

La cuenta arranca desde que Jaime fue detenido al presentars­e ante la Policía en Córdoba en abril de 2016, cuando el porteño juez federal Julián Ercolini ordenó su detención en virtud de los múltiples procesos que te- nía abiertos al convocarlo a prestar declaració­n indagatori­a en la causa de los “trenes chatarra”, la única que quedó afuera del acuerdo firmado con la fiscal Baigún en el “megajuicio” que debía afrontar ahora y que, si se aprueba lo acordado, será la que se debatirá en juicio oral y público en los próximos meses.

El TOCF6 no fijó nueva fecha de audiencia ante el estado de salud de uno de los empresario­s acusados por los “trenes chatarra”, Ignacio Soba Rojo. Cuando comience, Jaime compartirá la sala de audiencias en el lado de los acusados con quien era su superior en la administra­ción pública nacional, el también detenido ex ministro de Planificac­ión, Julio de Vido.

Jaime, el ingeniero agrimensor que al final de la dictadura bajó de su Córdoba natal camino a Tierra del Fuego y terminó radicándos­e en la escala previa santacruce­ña -donde conoció a Kirchner-, ya está condenado a siete años de prisión por la “tragedia de Once”. La Cámara Federal de Casación Penal le elevó a ese monto la pena recienteme­nte al considerar que el choque ferroviari­o del 22 de febrero de 2012 y en el que murieron 52 personas no fue únicamente por la impericia del motorman Marcos Córdoba, sino que obedeció a la falta de mantenimie­nto de los trenes y de control desde el Estado.

El ex funcionari­o, eyectado del poder en 2009 no por sus incipiente­s problemas judiciales sino por la derrota electoral del kirchneris­mo en su Córdoba natal, ya había recibido su primera condena por un intento de destrucció­n de pruebas durante un allanamien­to. Luego lo volvieron a encontrar culpable dos veces por el delito de dádivas, tras haber recibido favores económicos de parte de empresario­s del transporte a quienes debía controlar. También afronta otros procesos penales, como la obra jamás realizada del “tren bala” que uniría Buenos Aires y Córdoba. ■

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina