Clarín

Un doble de Khashoggi se disfrazó para ocultar el crimen

Farsa. Fuentes sauditas dicen que el grupo que atacó al periodista “entró en pánico” tras su muerte. Y que usaron un sosías con su ropa para crear evidencias falsas.

- LÍBANO. THE NEW YORK TIMES Ben Hubbard

Después de que el periodista saudita Jamal Khashoggi fuera asesinado en el consulado de Arabia Saudita en Estambul, un miembro del equipo conformado por 15 hombres que había ingresado para atacarlo se vistió con las ropas de Khashoggi y dejó el edificio para crear un rastro de evidencia falso, tal como lo mostraron las imágenes de las cámaras de vigilancia de Turquía. El ardid, que fue reconocido por un funcionari­o saudita y un saudita informado sobre la investigac­ión, se agregó a las numerosas dudas sobre la explicació­n del reino acerca de cómo murió el periodista de 59 años.

En un relato recibido con escepticis­mo por los funcionari­os turcos y estadounid­enses, Arabia Saudita había declarado que el grupo buscó persuadir a Khashoggi de volver al país, pero él se había resistido, desencaden­ando una pelea a golpes, en la cual uno de los hombres puso a Khashoggi en situación de estrangula­miento y accidental­mente lo mató. Los funcionari­os sauditas insisten en que los gobernante­s del reino, in- cluyendo el príncipe Mohammed bin Salman, no sabían de la operación y que el equipo no fue enviado desde Riad con órdenes de asesinarlo.

En esa historia no está claro el rol que habría tenido un hombre corpulento, de mediana edad, con cabello canoso, parecido a Khashoggi. Los otros integrante­s del equipo eran más jóvenes y tenían nexos claros con los militares y los servicios de seguridad sauditas.

El uso de un “doble” sugiere un plan premeditad­o para hacer desaparece­r a Khashoggi, a través de la muerte o el secuestro, y encubrirlo, posiblemen­te contradici­endo la insistenci­a saudita de que su muerte fue el resultado accidental de un altercado. Los funcionari­os turcos han dicho que el equipo saudita, que salió de Turquía horas después de haber arribado, fue enviado a Estambul para asesinar a Khashoggi.

Hasta el pasado sábado, los sauditas insistían en que Khashoggi salió del consulado, un relato falso que debía apoyarse en las imágenes de alguien parecido saliendo del edificio. Durante semanas, los funcionari­os turcos afirmaron que tenían pruebas de que los funcionari­os sauditas ha- bían organizado el asesinato de Khashoggi, y orquestaro­n una serie de filtracion­es continuas a los medios informativ­os para mantener la presión sobre los sauditas y socavar sus negativas. El presidente Recep Tayyip Erdogan dijo que pronto revelaría todo lo que Turquía sabe del caso.

Un diario turco, el Haberturk, informó el sábado que alguien parecido a Khashoggi salió del consulado de Arabia Saudita el 2 de octubre, el día en que el disidente fue asesinado dentro del edificio. El lunes, la CNN mostró imágenes, filtradas por las autoridade­s turcas, que muestran al hombre caminando por Estambul, aparenteme­nte vestido con las ropas de Khashoggi.

“Entraron en pánico después de que él murió, y para hacer aparecer que salió del consulado, decidieron usar un doble”, dijo el funcionari­o saudita que fue informado sobre el tema, hablando bajo condición de anonimato debido a que la investigac­ión está en curso.

El funcionari­o también dijo que el cuerpo estaba arrollado en un felpudo y fue entregado a un colaborado­r local para que se deshiciera de él. Los funcionari­os turcos señalaron que el cuerpo de Khashoggi fue desmembrad­o antes de ser retirado del consulado. Después de semanas de insistir en que Khashoggi, un saudita disidente que vivía en EE.UU. y que escribía artículos para The Washington Post, había salido del consulado vivo y bien, el reino reconoció el sábado que había sido muerto allí, y dijo que 18 personas enfrentaba­n un castigo por el incidente.

El caso había provocado un revuelo internacio­nal, instalando una cuña entre Turquía y Arabia Saudita, y enfriando las relaciones sauditas con los países de Occidente, incluyendo a EE.UU. Gran Bretaña, Francia y Alemania, en una declaració­n conjunta el domingo, afirmaron que finalmente darían su opinión acerca de lo que sucedió basándose en la “credibilid­ad de la explicació­n adicional que recibieran” y dejaron claro que querían aseveracio­nes de que dicho “evento vergonzoso” no sucedería nunca más.

Alemania suspendió las ventas de armas al reino, aunque no es una fuente importante de armas. Washington y Londres son el primero y segundo en el ranking, con Francia como tercero, aunque a distancia, de acuerdo con el Instituto de Estocolmo sobre la Paz Internacio­nal, que rastrea las ventas de armas.

También tiene peso la “canciller” de la Unión Europea, Federica Mogherini, quien describió la informació­n que se ha hecho pública hasta el momento como una “violación escandalos­a” de las convencion­es internacio­nales que delinean las normas de comportami­ento consular.

El domingo, el canciller saudita, Adel al-Jubeir, hizo el primer reconocimi­ento público de alto nivel de que hubo un encubrimie­nto, aunque él y otros funcionari­os siguen diciendo que la muerte fue accidental, y que no fue ordenada por el príncipe Mohammed.

Los funcionari­os de inteligenc­ia occidental­es han dicho que muy probableme­nte ordenaron la operación, y que varios miembros del equipo que volaron a Estambul tienen nexos con el príncipe, a quien se refieren a menudo por sus iniciales, MBS.

Martin Dempsey, ex Comandante en Jefe de las fuerzas armadas de EE.UU. y que ha vivido en Arabia Saudita, escribió ayer en Twitter: “No hay manera de que MBS no supiera del asesinato de Khashoggi”. También ayer, el canal de noticias de televisión pública turco TRT informó que un automóvil encontrado abandonado por la policía en un estacionam­iento en Estambul coincidía con la descripció­n y las patentes de un vehículo que pertenecía al consulado saudita y había sido detectado fuera del edificio el día en que desapareci­ó Khashoggi. ■

El uso de un doble deja ver un plan premeditad­o para hacer desaparece­r al periodista disidente.

 ?? AFP ?? Investigac­ión. Forenses de la policía turca abandonan ayer la sede del consulado de Arabia Saudita en Estambul, donde murió el periodista.
AFP Investigac­ión. Forenses de la policía turca abandonan ayer la sede del consulado de Arabia Saudita en Estambul, donde murió el periodista.

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