Belgrano durmió más de 6 segundos y Banfield se avivó
El arquero Rigamonti se demoró con la pelota, Espinoza dio tiro libre, Cvitanich apuró la ejecución y el pibe igualó.
Belgrano vio cómo se le escurrió de las manos una victoria, después de cinco fechas (dos empates y tres caídas consecutivas), en el cuarto y último minuto de tiempo adicionado y en una acción sumamente polémica.
César Rigamonti, protagonista de atajadas estupendas, retuvo la pelota en sus manos bastante más de los 6 segundos permitidos. El árbitro Espinoza cobró la infracción. Mientras la sorprendida defensa de Belgrano se durmió, con el mismo Rigamonti a la cabeza, estuvieron más que despiertos Cvitanich, sacándole la pe- lota de las manos al arquero y pateando rápido, más el juvenil Carranza, que picó a toda velocidad y anotó el empate tocando al arco vacío.
De nada valieron las múltiples y airadas protestas de todo Belgrano. “Tengo mucha bronca. A lo mejor fue error nuestro, pero eso no se cobra nunca”, declaró Matías Suárez. Así el debut de Diego Osella en los cordobeses se opacó en el cierre del partido.
Había arrancado bien Belgrano, esbozando una identidad, algo que nunca ocurrió en el ciclo de Lucas Bernardi. Ocupó la cancha a lo ancho, con abundancia de volantes que se acoplaban para llegar y acompañar a Suárez en los metros finales.
Banfield ratificó su postura de esperar. También pobló la zona central y buscó fabricar espacios para Cvitanich. Y las ambiciones de ambos armaron un entretenido partido, con Arboleda y Rigamonti como figuras.
Mientras el arquero local fue clave tapando un tiro libre de Dátolo, un frentazo de Cvitanich y un remate cercano también del mismo Darío, Arboleda tuvo como tapada espectacular un golpe con ambas manos para elevar sobre el travesaño un tiro de Lugo. Y cuando acababa la primera etapa, una rápida y lucida acción entre Lugo y Suárez culminó con Jonás Aguirre empujando la pelota al gol.
Banfield, obligado, buscó con más entusiasmo, aunque desordenado, en el segundo tiempo. Dependió mucho de Cvitanich, bajando y llegando.
Belgrano se retrasó y apeló a la contra. Se acomodó bien y terminó aguantando con línea de cinco. Pa- recía tener en el bolsillo el reencuentro con el triunfo. Ya festejaba. Pero llegó ese insólito final, con la acertada -y cuestionada por los localesdecisión de Espinoza. Y Banfield, con astucia y efectividad, rescató un punto en la última bola de la noche. ■