Hubo 26 detenidos por la violencia de la izquierda y los K
La Policía respondió al ataque de grupos radicalizados. Hubo columnas de la izquierda y grupos K.
Una hora después de comenzado el debate en Diputados, manifestantes encapuchados de grupos de izquierda y el kirchnerismo comenzaron a arro- jar piedras contra la Policía en la Plaza del Congreso. Tiraron las vallas y enfrentaron a las fuerzas de seguridad con explosivos caseros. Los agentes reaccionaron con gases y carros hidrantes. Y persiguieron a los revoltosos hasta la 9 de Julio. Hubo 26 detenidos y 11 heridos, 9 de ellos policías.
Pasó lo que se anticipaba y pasó demasiado rápido: a menos de una hora de que empezara el debate en Diputados por el Presupuesto 2019 arrancaron los piedrazos contra la Policía sobre la avenida Entre Ríos, enfrente del Parlamento. Pero la mecha fue corta ya que la respuesta de los uniformados no se hizo esperar: a los minutos respondieron con el lanzamiento de gases lacrimógenos y el avance de camiones hidrantes y la violencia enfrente del Congreso, muy intensa por cierto, se extendió no más de media hora. Las pancartas que más se leían eran, por igual, el rechazo al Gobierno, al Presupuesto y al Fondo Monetario Internacional.
Con esos primeros estruendos varios diputados bajaron del recinto a la calle: se pudo ver a Leonardo Grosso, Lucila De Ponti, Andrés Larroque, Nicolás Del Caño; alguno de ellos, incluso, trepados a las vallas.
Saldo: 26 detenidos, distribuidos en dos comisarías, y 11 heridos ( 9 son policías).
Aunque con muchos menos movilizados y por lo tanto menor intensidad, la violencia de ayer hizo recordar los sucesos de diciembre de 2017. Solo que en aquel entonces, cuando se debatía la reforma previsional, la Policía tardó varias horas hasta tirar los gases -por restricción judicial- lo que generó destrozos descomunales en la Plaza de los Dos Congresos y muchos heridos, algo que en esta oportunidad fue menor.
Desde las distintas organizaciones sociales, que promovieron esta movilización, repudiaron los hechos de violencia a través de comunicados que hicieron llegar a la prensa.
Los desmanes arrancaron a las 14.15 sobre la esquina de Rivadavia: los protagonizaron unos veinte encapuchados sin identificar, aunque hubo dos jóvenes que hacían flamear una bandera de la agrupación "Octubres" y que fueron llevados a la comisaría 10 de Floresta (ex 43). Tiraron las vallas y se enfrentaron con los uniformados a piedrazos y con explosivos caseros. Lejos de la foto que inmortalizó a Sebastián Romero, el militante del PSTU con un mortero en las revueltas de diciembre y que aún sigue prófugo, en este caso se volvieron a ver a manifestantes usando cajas de pirotecnia apuntando contra los uniformados.
Tanto sobre Callao como Rivadavia, estaban las columnas de la Izquierda, organizaciones menores filo izquierdistas y kirchneristas. En las protestas se vieron banderas del Polo Obrero, MST, Astilleros Río Santiago, Partido Obrero y la Garganta Poderosa.
El efecto espejo fue casi automático sobre Hipólito Yrigoyen, calle que recién fue vallada por la Policía a las 13.15: volaron palos y piedras que tiraban con gomeras y atrás de los vio- lentos estaban las columnas de las organizaciones sociales (CTEP, Barrios de Pie, la CCC, el Frente Darío Popular Darío Santillán, el Frente de Organizaciones en Lucha y el Movimiento Evita) junto a las dos CTA. Sobre Entre Ríos, entre Yrigoyen y Belgrano, estaban los gremios del Frente Sindical para el Modelo Nacional, que también movilizaron. Tanto Pablo Moyano como Sergio Palazzo, Omar Plaini, y Mario Manrique, segundo de Ricardo Pignanelli, de SMATA, se acercaron al cruce de las avenidas Belgrano y Entre Ríos para encabezar la movilización del sector sindical.
Los gases disuadieron a la gran mayoría de los movilizados que corrieron para la 9 de Julio sin ofrecer resistencia: se pudo ver a familias enteras y a gente huyendo despavorida que se había acercado y que no estaba identificada con ninguna organización.
Los militantes que resistieron alejándose del Congreso pero arrojando cascotes a la Policía que los repelía devino en un reguero de piedras, balas de goma, gases y contenedores prendidos fuego a lo largo de avenida de Mayo hasta 9 de Julio.
Impredecible, estalló un foco de conflicto en Carlos Calvo y 9 de Julio: hasta ahí se habían replegado muchas organizaciones para, con los colectivos estacionados en esa área, volver a sus territorios. Hubo varios arrestados y los manifestantes se cruzaron con la Policía. Estaban allí los docentes Sonia Alesso y Roberto Baradel. Fue el último foco de tensión: eran las 16.45 y ya no volvería a haber disturbios. Todo duró dos horas y media. Avanzada la tarde, la gente volvió al Congreso, aunque menos cantidad.
Anoche, el K Leopoldo Moreau denunció que una de las personas que “provocaba desmanes y se le cayó el pañuelo que le tapaba la cara es el sargento Héctor Olivera de la Polícía Federal”. ■