Carteles, baile y una larga vigilia frente a la casa del candidato conservador
Apoyo. Seguidores de Bolsonaro hacen guardia durante todo el día delante del condominio, en Río de Janeiro.
“¿Por qué hay una bandera de Israel?”, preguntó esta periodista a Suelí, una señora de 57 años que blandía entusiasmada insignias vinculadas a Jair Bolsonaro. “Porque es el lugar de nacimiento de Cristo. Nosotros amamos mucho esa tierra”, respondió. Apostada frente a las puertas del condominio de Barra da Tijuca, donde vive el presidenciable, indagó: “¿Y usted es católica o evangélica?”. La réplica, luego de unos instantes de silencio, salió así: “Soy de religión judía”. Suelí tenía ya la respuesta en sus labios: “No importa. Todos tenemos el mismo Dios. Y ustedes son el pueblo elegido”.
La idea de imponer a Israel como ejemplo para Brasil partió de Bolsonaro. El probable futuro presidente, como indican las encuestas, ya visitó el país y quedó “maravillado”. Desde entonces no se cansa de decir: “Ellos son lo que son y no tienen nada. Nosotros tenemos todo y no somos nada”. Considera, además, que es preciso “mudar la embajada brasileña de Tel Aviv a Jerusalén”. Varios representantes de la cancillería brasileña -ya jubilados- pusieron el grito en el cielo. “Eso sería -dijeronrevisar la política externa brasileña cimentada en décadas, que se estableció además en la ONU”.
El grupo de los que movían, enérgicos, los estandartes bolsonaristas afirmaba que el ex capitán “es el hombre que va a cuidar a nuestras familias, va a poner fin a la corrupción. Es una persona sincera, que dice lo que piensa”.
Durante estos días de presen- cia periodística activa, desde la mañana muy temprano hasta el anochecer no cesaron los bocinazos aprobadores de los autos que pasaban por el lugar. Al principio fueron algo tímidos, pero desde el jueves último hacen ruido infernal. Y ayer se sumaron personajes, más próximos a la historieta que a la realidad política. Es el caso de Ramiro “de los Camioneros”. Fue bautizado así después de que se entrometió en la huelga general de los transportistas en todo Brasil en mayo pasado. Con pancartas se lo vio liderar grupos que reclamaban la vuelta al “régimen militar”. Desde luego, ya no es preciso clamar por los uniformados: el ex capitán Bolsonaro llena todos los requisitos del caso.
Ramiro, que es de San Pablo y fracasó en estas elecciones en su primer intento de ser diputado, llegó a Río con la expectativa de ser recibido por el futuro jefe de Estado. Hábil frente a la prensa, habló con periodistas italianos que lo filmaron como si se tratara de un representante top del bolsonarismo. Y dijo en referencia al candidato del PT Fernando Haddad y su equipo: “Ellos son especialistas en inventar historias. Quieren asociar la imagen de Hitler a Bolsonaro”. Cree que la campaña del adversario petista del ex capitán se montó en base al manejo de “un algoritmo matemático que van a usar en el escrutinio de los votos. Ellos ocupan los puestos de la secretaría de tecnología e información del Tribunal Superior Electoral, y desde allí controlan todo”. Vaticinó un fraude en la votación en urnas electrónicas y avisó que si el jefe político Bolsonaro no ganara esta segunda vuelta, “vamos a llamar una huelga de todos los camioneros que va a paralizar el país”. ■