Turquía reclama a Arabia Saudita que extradite a los 18 arrestados
La fiscalía turca lanzó ayer los procedimientos para obtener la extradición de 18 sauditas sospechosos de estar implicados en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudita en Estambul, mientras se espera la llegada a Turquía del fiscal general saudita, este fin de semana.
Al mismo tiempo, el gobierno turco exigió a Arabia Saudita que entregue los restos del periodista, que hasta ahora no fueron encontrados.
La fiscalía de Estambul entregó los nombres de los 18 detenidos al ministerio de Justicia, que a su vez los transmitió a la cancillería para que los comunique por vía diplomática a las autoridades sauditas, precisó el ministerio de Justicia turco en un comunicado.
El 20 de octubre las autoridades sauditas anunciaron la detención de 18 personas -15 miembros de un comando saudita sospechoso de haber asesinado al periodista, así como tres empleados del consulado- que serían juzgadas.
El martes el presidente turco Recep Tayyip Erdogan pidió que se juzgue a los sospechosos en Estambul y no en Arabia Saudita, aunque el crimen haya sido cometido por sauditas dentro de un consulado del reino.
“El pedido de extradición está motivado por el hecho de que Jamal Khashoggi fue asesinado en Turquía por ciudadanos sauditas que fueron (a Estambul) con ese fin específico”, indicó un alto funcionario turco que pidió el anonimato.
Erdogan había afirmado antes que el fiscal general saudita viajará el domingo a Estambul para la investigación sobre el asesinato del periodista, y afirmó tener más pruebas relacionadas con este crimen.
El anuncio de Erdogan se produce después de que el fiscal general saudita, Saud bin Abdallah al Muajab, basándose en informaciones proporcionadas por Turquía, señalara el jueves por primera vez el carácter “premeditado” del asesinato.
Que Khashoggi “fue asesinado es un hecho. Pero ¿dónde está? ¿Dónde está su cuerpo”, se preguntó el dirigente turco. “¿Quién dio semejante orden? (...) Las autoridades (sauditas) deben explicarlo”, agregó.
Khashoggi, periodista saudita y crítico con la familia real, fue asesinado el 2 de octubre en el consulado saudita en Estambul. Según funcionarios turcos, fue víctima de un asesinato planificado y perpetrado por un equipo de agentes llegados desde Riad.
Después de haber negado su muerte y ante la presión internacional, las autoridades sauditas presentaron varias versiones. Primero hablaron de una “pelea” que terminó mal, y después de una operación “no autorizada” y de la que el príncipe heredero Mohamed bin Salman, “no había sido informado”.
La prensa y responsables turcos que prefirieron el anonimato atribuyeron al príncipe heredero Mohamed bin Salmán personalmente este asesinato. Pero Erdogan se abstuvo de acusarlo por su nombre. Los dos hombres conversaron por teléfono el miércoles por primera vez desde la muerte de Khashoggi. ■