Investigan si el empresario italiano buscaba cobrar una deuda narco
Le habría vendido 25 kilos de cocaína a dos traficantes con los que debía reunirse el día que desapareció.
Una venta mayorista de cocaína y la desaparición de 250 mil dólares del departamento que el italiano Vittorio Piva (46) tenía en el barrio porteño de Villa Crespo son dos de las pistas que los investigadores están siguiendo para tratar de resolver su homicidio.
El hombre fue asesinado de manera mafiosa: su cuerpo apareció en un campo de Zárate con cuatro balazos en el pecho. Lo habían prendido fuego para tratar de demorar lo más posible su identificación.
Según trascendió, Piva había viajado a la zona de Zárate a reunirse con dos hombres. Lo que ahora investiga la Policía es el dato de que esos hombres le habrían comprado al italiano unos 25 kilos de cocaína para llevarla a Europa. El origen de la droga sería Bolivia, don- de vive la esposa de Piva, una mujer cuyos problemas con la ley argentina le impedirían entrar al país.
Fuentes del caso señalaron que la droga ya se había entregado y que el italiano debía cobrar por la venta. Pero algo pasó y tuvo una muerte muy violenta.
“Te suplico por lo más sagrado, si tú tienes familia, que tú me digas ¿qué hicieron con mi marido? ¿qué le hicieron a él por favor? Ustedes le hicieron alguna cosa, usted y ese señor Sergio”, dice la esposa de Piva en un audio que trascendió el jueves. En otro tramo del mismo mensaje, la pareja de Piva -que nació en Brasil pero vive en Bolivia- asegura tener pruebas de que el destinatario del audio fue la última persona que vio con vida al empresario. “Por qué no habla usted señor, si con usted se entrevistó por última vez, tengo los mensajes, tengo las constancias, ¿por qué son malvados? ¿por qué?”, cierra.
La hipótesis de un crimen narco o del tipo mafioso es analizada por los investigadores en base a las características del hallazgo del cuerpo, a los constantes viajes que le detectaron a Piva hacia España, Bolivia, Brasil, Uruguay y Paraguay pero, sobre todo, a sus antecedentes con la Justicia.
Piva había sido detenido en febrero de 2016 en el centro porteño en una causa donde se secuestró cocaína. Sin embargo, luego fue liberado y sobreseído porque el procedimiento fue anulado por la justicia federal. Los policías que participaron del operativo dijeron que habían sorprendido a Piva y a otros dos sospechosos mientras tocaban timbre insistentemente en un edificio de Carlos Calvo al 900. Fue así que los revisaron y detectaron la presencia de una caja de un televisor donde estaba escondida la droga.
Sin embargo, el taxista que llevó al empresario italiano y a los otros dos acusados hasta ese lugar dijo que los pasajeros no llegaron a tocar el timbre de ningún edificio y que “los policías aparecieron de la nada”. El juez federal Daniel Rafecas remarcó los errores de procedimiento y decidió el sobreseimiento del empresario.
Fuentes del caso detallaron a Clarín que uno de los tres involucrados en ese expediente compartió varias entradas y salidas del país junto a Piva, en especial rumbo a Brasil y Uruguay, casi siempre en auto.
Esos fueron solo algunos de los viajes que hizo el empresario italiano en los últimos dos años: los registros marcan que tuvo al menos 32 entradas y salidas del país. Se registró con distintas direcciones de Buenos Aires, que eran desde hoteles hasta edificios sin aclarar departamento o con alturas sin especificar.
El expediente por el asesinato, por lo pronto, quedó en manos de la justicia de Zárate-Campana, pero es posible que, por sus características pase al fuero federal. Hasta el momento, en la causa se presentó como querellante una sobrina de la víctima, a través de su abogado, Diego Storto.w