“Es muy bueno que el ‘hermano’ mayor nos suelte la mano”
El Mercosur nunca funcionó acorde a nuestros intereses, el sector automotriz fue siem- pre deficitario y el intercambio era que por cada dólar vendido a Brasil, le comprábamos tres. La decisión de quien compra o vende, nunca estuvo en los políticos, sino en los CEO de las casas matrices que decidían según sus propias conveniencias.
La Argentina debe abrirse al mundo. En Oriente nos espera India, con 1.200 millones de habitantes, Indonesia, Vietnam, Japón y desde luego China, que los empresarios deberán mirar no sólo como un proveedor barato y comprador de soja, sino como un mercado inmenso en constante crecimiento al que se le puede vender muchas cosas.
Festejo la resurrección de la fábrica militar de aviones de Córdoba. Deberíamos hacer lo mismo con el astillero Río Santiago, la fábrica del Tanque Argentino Mediano (TAM) y la producción de misiles Cóndor en Falda del Carmen. Festejo que haya nuevos polos tecnológicos en el país, lo que nos permitirá vender patentes medicinales al mundo. Tenemos un enorme capital humano de científicos creativos y técnicos que hacen maravillas, reconocidos en todo el mundo. La Argentina puede crecer y zafar de la constante crisis, con su mejor gente, con sus trabajadores, con producción y exportación.
El equilibrio fiscal es fundamental, pero sin crecimiento ni exportaciones será el equilibrio de la miseria.