“Hasta cuándo las listas sábanas para las elecciones”
Las listas sábanas para las elecciones presentan a lo sumo tres o cuatro personas conocidas en la política y el resto es un conjunto de perfectos desconocidos, cuya presencia en las mismas no es más que de acomodo o por haber contribuido a la campaña generosamente.
Asistimos a las deliberaciones y a la hora de escuchar a los oradores se nos aparecen personajes que jamás hemos visto pero desean dejar su aporte en el libro de sesiones. Que hablen o que no lo hagan no les importa a ninguno de los presentes y mucho menos a la ciudadanía, ya que la cosa se cocina en otro nivel.
¿Hasta cuándo habrá listas sábanas? Está demostrado que no sirven para nada en ninguno de los segmentos a elegir, ya que al ir todos juntos ganan por mayoría los que suman más listas sábanas. Diferente sería la situación si cada uno de los candidatos bregase por su propia elección, de esta manera serían más conocidos y la ciudadanía sabría a quién está votando. Y la representación en las cámaras o legislaturas sería más equitativa.
El ganador en el caso de las presidenciales o gobernadores o intendentes lo haría por mérito propio y el resto de los legisladores acompañarían según sea la cantidad de votos logrados hasta agotar el cupo correspondiente a la provincia que representen. Por lo tanto, las cámaras de representantes sería una representación cabal de lo que el pueblo quiere en cada lugar y transparentaría totalmente a quienes ocupen las bancas.
Sumaría el sistema electrónico de voto y eliminaría las boletas, ahorrando millones de pesos a los ciudadanos.