Una canción para recordar a las Malvinas

Honorio Pueyrredón, bisabuelo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se enojó un día con la Policía por un descuido que desacomodó los argumentos de la soberanía argentina sobre las islas Malvinas. Resulta que el hombre, canciller del presidente radical Hipólito Yrigoyen, descubrió en la cédula de identidad argentina de una mujer llamada Inés Willes de Boe que había sido registrada como “nacida en el pueblo: Islas Malvinas. Provincia: Islas Malvinas. Nación: Inglaterra”.

¡Para qué! Pueyrredón se puso como loco. Mojó la pluma en el tintero y escribió una carta urgente al ministro del Interior, Ramón Gómez, responsable de la Policía. “La situación especial en que se encuentra el territorio de las Malvinas debido a su ocupación, de hecho, por las autoridades británicas -acto del que reiteradamente ha protestado nuestro gobierno-, me pone en caso de llamar la atención de vuestra excelencia respecto de la inadvertencia en que se ha incurrido por parte de la Policía de la Capital, al expedir un documento en el que se desconoce la soberanía argentina sobre las islas”, lo amonestó.

El diplomático, lejos de las canciones de amor que entonaría años más tarde su nieto, César Banana Pueyrredón, desplegó una prosa furiosa: “Le agradeceré quiera servirse disponer lo necesario para que, en lo sucesivo, se evite la repetición de hechos como el que dejo mencionado”. Esta historia está por cumplir 100 años, pero la pasión por las Islas y el reclamo soberano siguen en pie. También la ocupación británica, aunque nada es para siempre, como canta Fabiana Cantilo, otra bisnieta de don Honorio. ■