En una pareja elección, los demócratas arrebataron tres Estados al oficialismo
Hubo 18 victorias republicanas y 17 de los demócratas, que recobraron 3 capitales perdidas hace dos años.
Las cifras dicen que de los 50 Estados del país, en estas elecciones estuvieron en juego 36 gobernaciones, además se eligió a 6.089 legisladores estatales. Las estadísticas dirán que la oposición ganó 17 gobernaciones y que el oficialismo triunfó en 18 y con ventaja en Georgia, cuyo conteo final estaba indefinido anoche. Pero el ganador de los comicios del martes en este nivel fue el Partido Demócrata, que arrebató a los republicanos tres Estados ( Michigan, Wisconsin y Pennsylvania) que hace dos años habían votado por Donald Trump pese a no ser de tendencia conservadora. Más allá de los números, los gobernadores son claves para cualquier campaña presidencial. Ellos apoyarán al candidato nacional del partido en la futura campaña presidencial de 2020. Son ellos los que consiguen donantes de dinero para la campaña y movilizan voluntarios. Por eso es estratégicamente decisivo tener una buena cosecha de gobernadores, para tener futuro partidario.
Estas elecciones pintaban mejor para el Partido Demócrata, aunque sufrieron finalmente derrotas en las elecciones de Ohio, un tipíco Estado de clase media donde ganó el republicano Mike DeWine. En Florida, la gran esperanza de los demócratas era Andrew Gillum (el alcalde de Tallhasee y primer negro nominado como candidato a gobernador en ese Estado) pero ganó el republicano Ron DeSantis, apoyado fuertemente por Donald Trump.
La recuperación de los demócratas en Michigan, Wisconsin y Pennsylvania, que volvieron a su viejo amor eligiendo a gente de su partido como gobernadores, sugiere que las victorias del presidente Trump en la región del Midwest, (el centro del país) podrían haber sido una anomalía, no una tendencia permanente.
Los triunfos del Partido Demócrata en Illinois, Michigan, California, Nueva York, Nevada y Wisconsin, se compensaron con las victorias del Partido Republicano en Florida, Ohio, Texas y Arizona, Estados que son decisivos en las elecciones presidenciales de 2020, estiman los analistas.
Una de las gobernaciones más disputadas del país fue Georgia, en el profundo sur estadounidense. La candidata del Partido Demócrata, Stacey Abrams, era una apuesta difí- cil, por ser mujer y negra. Se enfrentaba al republicano Brian Kemp, un legislador local manchado por escándalos, debido a los impedimentos que muchos votantes negros sufrieron para inscribirse en los registros electorales. Abrams quedaba anoche a unos cien mil votos por debajo de Kemp, que no quiso cantar victoria porque la demócrata exigió un conteo final de los votos. La educación, el color de la piel, la edad y el status económico fueron factores de un sufragio muy polarizado.
Fue muy disputada la elección de gobernador en Connecticut entre el demócrata Ned Lamont, que se impuso contra el republicano Bob Stefanowski. En la lejana Alaska, gobernada por un partido independiente, se impuso el republicano Mike Dunleavy contra el demócrata Mark Begich. En otro estado ubicado en el centro del país, Wisconsin, el candidato demócrata Tony Evers derrotó al republicano Scott Walker, una personalidad dentro del Partido Republicano que había llegado al cargo de gobernador con el Tea Party, la oleada de popularidad de la extrema derecha republicana en 2010. El triunfo de Tony Evers en Wisconsin le dio a los demócratas la chance de anular polémicas iniciativas de Walker, entre ellas una estricta ley de identificación de votantes y una norma que destruyó la negociación salarial para el sindicato de funcionarios.
Con una importante población de origen indígena, Nuevo México votó por la demócrata Michelle Grisham. En Maine, la secretaria de Justicia estatal, Janet Mills, le ganó al republicano Paul LePage. En Michigan, la demócrata Gretchen Whitmer se impuso a Bill Schuette, un conservador. En Illinois, el gobernador republicano Bruce Rauner perdió ante el millonario J.B. Pritzker. En Kansas, la demócrata Laura Kelly venció a Kris Kobach, un famoso aliado de Trump. Los demócratas Andrew Cuomo en Nueva York y Tom Wolf, en Pennsylvania, fueron reelectos. Sin embargo, en dos Estados progresistas ganaron los republicanos Larry Hogan (en Maryland) y Charlie Baker (en Massachusetts). En la conservadora Texas fue reelecto el republicano Greg Abbot, que venció a Lupe Valdez. ■