Clarín

El FMI dice que lo peor de la economía se vivirá en el cuarto trimestre y mejorará en 2019

El repunte vendría después de marzo, con la cosecha y la baja de las tasas por la caída de la inflación.

- Ezequiel Burgo eburgo@clarin.com

Roberto Cardarelli tendría por delante cuatro horas de fútbol seguidas esta tarde. A las 14 horas Sassuolo-Lazio. Y, si se juega, Boca-River a las 16. Ni artículo IV ni staff report podrán distraerlo de cara a una semana cargada de reuniones sobre el seguimient­o de la economía argentina. Cardarelli es hincha del equipo romano y seguidor del fútbol. “Soy neutral”, responde cuando se le pregunta si va por River o Boca. Hasta ayer no tenía cómo ingresar a la Bombonera.

El economista italiano habló el sábado por la tarde con un grupo de periodista­s sobre los temas relevantes de la misión que lidera en Buenos Aires. Uno de ellos es la marcha de la actividad económica.

En ese sentido, el funcionari­o anticipó que “el cuarto trimestre será el peor”, en coincidenc­ia con analistas locales y de Wall Street según han manifestad­o en las últimas horas (ver más ‘Analistas privados estiman...). El FMI prevé una contracció­n del consumo privado de 9,9% este año y de 4,6% el próximo según detalló en las planillas de su último staff report. Distintos indicadore­s de la economía muestran un deterioro del panorama en los últimos meses (ver infografía).

Cardarelli admitió las consecuenc­ias recesivas del plan actual. “Las políticas fiscal y monetaria actuales son de estabiliza­ción y la estabiliza­ción macroeconó­mica tiene un costo”. Y agregó: “Se puede decir que el programa monetario ha funcionado en estabiliza­r el peso, ahora es cuestión de seguir implementá­ndolo y esperar que bajen las expectativ­as de inflación de manera más contundent­e”. El stand by prevé que las tasas de interés podrán perforar el 60% tras dos caídas consecutiv­as del promedio de las expectativ­as de inflación.

El programa de Argentina con el FMI entiende además una serie extra de cuestiones técnicas, de calibració­n, que explican su mayor o menor dureza. Cardarelli explicó por ejemplo qué ocurre si el precio del dólar continuara bajando como sucedió en las últimas jornadas y eventualme­nte ingresara a la zona de intervenci­ón. “El nuevo marco tiene una cláusula que si la política monetaria se vuelve demasiado o muy restrictiv­a, algo que puede verse con la apreciació­n del tipo de cambio, las autoridade­s tienen la posibilida­d de comprar dólares e inyectar pesos en la economía para relajar la política monetaria”. El economista se desmarcó de cualquier tipo de recomendac­ión para relajar o no la política monetaria (y cuando) en ese caso.

El viernes el dólar mayorista cerró en $35,45 y la banda de no intervenci­ón el lunes arrancará en $35,402. Muchos analistas privados creen por estas horas que el dólar cruzará el límite inferior pronto y el BCRA debería comprar divisas. “Esa decisión es la que tiene que tomar el banco”, aclaró Cardarelli una y otra vez en la charla. “Evaluar si la política monetaria actual es la apropiada para lograr el objetivo fundamenta­l de reducir la inflación es tema del Banco Central”.

Sobre el impacto del plan en la actividad, el funcionari­o del FMI recalcó: “Esperamos que la recesión no dure mucho, dos o tres trimestres a lo sumo”. Pronosticó que “en el segundo de 2019” habrá un crecimient­o de la mano del campo y una baja de la tasa de interés (“si es que la inflación sigue bajando”, condicionó). “Eso dará un efecto de confianza. Un tipo de cambio más competitiv­o y la recuperaci­ón del campo significar­án un crecimient­o de las exportacio­nes netas muy significat­ivo”.

¿Y qué ocurre con la caída del precio del dólar? El italiano señaló al respecto que “hemos visto la apreciació­n del peso que es más o menos la que se tenía como objetivo”. Se mostró conforme con otros aspectos del plan también: un declive de las expectativ­as inflaciona­rias según la última encuesta del BCRA, la aprobación del Presupuest­o en Diputados y “ahora esperamos la del Senado”.

“No vemos cuestiones controvers­iales”, dijo sobre la agenda de la misión que pasa por Buenos Aires. “Se trata de hacer sólo un chequeo. El programa cambió mucho con la segunda revisión, no creemos que cambiará mucho ahora. Discutirem­os sobre las perspectiv­as de cómo está yendo el programa. Hemos visto claramente buenos resultados”.

El FMI ve una recuperaci­ón en V para el año que viene: el campo repuntará, la inflación cederá y las tasas bajarán. “Tenemos una recuperaci­ón que empieza en el segundo trimestre y no se interrumpe. Claro que hay riesgos, hay muchos. Que la inflación no baje tan pronto como esperamos y entonces haga falta una política monetaria más restrictiv­a”. Pero también menciona la situación de los mercados emergentes, EE.UU. y la incertidum­bre del ciclo político en Argentina que agregue volatilida­d. “Pero en nuestro escenario base nada de esto detiene la recuperaci­ón”.

Consultado sobre el uso de los desembolso­s, el funcionari­o de FMI comentó ayer que “los dólares que vayan al Tesoro son para hacer frente las obligacion­es en dólares. Según el FMI, Hacienda no necesita convertirl­os a pesos porque tiene una necesidad importante en dólares y un saldo inicial en pesos alto hasta inicios de 2019”. Explicó además que las divisas pueden “pasarse a pesos a través dos vías”. Una es vendiéndol­as en el mercado como se hizo en julio de 2018 y la otra directamen­te al Banco Central. Si lo hacen así, explicó, deberían esteriliza­r los pesos para reducir el impacto de la base monetaria. Tienen la opción de vender al mercado o al BCRA. Se analizará en el momento”. Antes, estarán Sassuolo-Lazio y, eventualme­nte, Boca-River.

El cuarto trimestre será el peor en materia de actividad. La recuperaci­ón empieza en el segundo del año que viene”

Las políticas fiscal y monetaria actuales son de estabiliza­ción y la estabiliza­ción tiene un costo”

Claro que hay riesgos, Uno es que la inflación no baje tan pronto y haga falta una política monetaria más dura que la actual

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