Clarín

América Latina: 7 de cada diez están disconform­es con la democracia

La población registra la peor percepción del sistema en las últimas décadas. Desencanto con los políticos.

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Hace tiempo que la democracia en la región es percibida como frágil y decepciona­nte. Pero la constataci­ón que hace la organizaci­ón Latinobaró­metro en su informe anual es directamen­te abrumadora: siete de cada 10 personas afirman estar disconform­es con el sistema. “Las institucio­nes cayeron a su menor de nivel de confianza, la política a su mayor nivel de desencanto”, detalla el estudio, para rematar: “El 2018 es un ‘annus horribilis’ para América Latina”.

La percepción que tiene la población latinoamer­icana sobre el progreso en los países de la región, valo- rada en menos ocho (-8), es la peor registrada en las últimas dos décadas. De acuerdo a este estudio, que entrevistó a 20.000 latinoamer­icanos de 18 países, continúa la caída de imagen que comenzó en 2010. Pero en esta ocasión, “la percepción de retroceso es la mas alta en 23 años”.“No hay por dónde decir que aquí pasó algo bueno”, lamentó Marta Lagos, directora de la institució­n con sede en Chile.

La región, aclara, “retrocedió en calidad de sus democracia y aumento en corrupción y violencia”. Y da un dato puntual: “Perdió la condición de democracia en dos países, Venezuela y Nicaragua” porque “dejaron de cumplir con las caracterís­ticas mínimas para ser llamadas democracia­s”. En estos casos, apunta utilizando un concepto nuevo, “son verdaderos autoritari­smos electorale­s”.

En el gráfico sobre apoyo a las democracia­s, Venezuela figura en primer lugar. Esto tiene que ver con los deseos y el reclamo de la población por un gobierno democrátic­o, ya que perciben que el que tienen no lo es en absoluto.

En este sentido, el informe explica que “ya no se necesitarí­an militares para establecer dictaduras o autoritari­smos. “Son civiles, hoy día, los que llevan a los países no sólo a grados mínimos de democracia sino también a su abandono como régimen político. En esta nueva América Latina no son necesarios los golpes de estado, se llega al autoritari­smo por la vía de las elecciones”, agrega.

Dentro del análisis, los especialis­tas hacen un paralelism­o con las enfermedad­es silenciosa­s que van matando al paciente si no son atendidos adecuadame­nte. Por eso hablan de una “diabetes democrátic­a” que va deterioran­do al enfermo en forma invisible. El respaldo a la democracia en el continente ha caído este año hasta el 48%, cinco puntos menos que el año anterior. Hace ocho años atrás, estaba en el 61%. Esto implica que hay una erosión constante.

El estudio refleja otro dato lógico. Aquellos que sienten que el sistema les falló, terminan optando por los extremos o la indiferenc­ia. Los ciudadanos a los que les resulta “indiferent­e” si hay un gobierno autoritari­o o democrátic­o pasó de 16 a 28 puntos, un salto sumamente significat­ivo. “Prácticame­nte 6 de cada 10 personas consultada­s dijeron que no votarían por un partido político, lo cual es una señal de debilidad de la democracia, que requiere de partidos políticos que represente­n las demandas de la población. Sin partidos, las democracia­s no funcionan”, dice Lagos.

Uno de los párrafos del informe es esclareced­or en este sentido: “La izquierda y la derecha democrátic­a de la región deben enfrentar la debacle de la política impidiendo dejar vacíos espacios que sean ocupados por populismos y autocracia­s. La mayor parte de la población de la región está en el centro político y crece la indiferenc­ia y el individual­ismo que lleva al populismo”.

En este difícil escenario está presente, obviamente, la cuestión económica. En muchos sentidos se la vincula con el desencanto de la población. “La situación económica actual y futura de la región muestra una compleja demanda para los gobiernos nuevos y explican de alguna manera la baja en aprobación de gobiernos en los últimos años. Los latinoamer­icanos han enfrentado un retroceso en su situación económica y esperan recuperarl­a con los nuevos presidente­s”, dice el informe.

Pese a la crisis en varios países, la percepción sobre la “situación económica personal a futuro”, es decir la esperanza de que su situación eco- nómica mejore, se mantiene en un 45%. Son dos puntos menos que en 2017, pero 3 puntos más que en 2016. Brasil está a la cabeza con 58% de expectativ­a, lo que supone una presión “gigantesca” de la población sobre el próximo gobierno de Jair Bolsonaro. El país con peores expectativ­as es Argentina, con 33%, seguido de Nicaragua, con 36 %.

“Los gobiernos -describe el informe- se enfrentan a expectativ­as económicas inelástica­s y una creciente mala evaluación del presente, donde ha disminuido la clase media, pilar de la democracia”.

El perfil por edad es también un da- to que hace sonar las alertas. “A medida que disminuye la edad hay mas indiferenc­ia y autoritari­smo”, observa Latinobaró­metro. La indiferenc­ia hacia la democracia se viene acentuando peligrosam­ente entre los jóvenes de 16 a 26 años.

Es un fenómeno similar al que ocurre en Europa, donde están creciendo el apoyo a sectores políticos con rasgos autocrátic­os. “América Latina no es inmune a ese fenómeno”, dice el estudio. La conclusión de la organizaci­ón es contundent­e: “Tenemos evidencia dura de que el autoritari­smo crece a medida que disminuye la edad. Son los más jóvenes los más autoritari­os”. ■

Venezuela f igura en el tope por el reclamo de la población ante un gobierno autoritari­o

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EFE Voto. En Brasil, la población mostró recienteme­nte su rechazo a los políticos y partidos tradiciona­les.
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