Clarín

Fertilizac­ión casera: un fallo que favorece a dos mujeres

La técnica se realiza en casa con una muestra de esperma donada y sin intervenci­ón de centros médicos.

-

La fertilizac­ión asistida casera no es el método más habitual de reproducci­ón artificial, pero su práctica viene en aumento. Bajo este proceso, una pareja de mujeres de la Ciudad tuvo un hijo que nació en diciembre del año pasado. Ahora, en un fallo inédito, la Justicia les permitió anotarlo como hijo de ambas.

Todo comenzó poco después del nacimiento, al momento de inscribirl­o como hijo de ambas. En esa ocasión, el Registro Civil les negó esa posibilida­d y sólo permitía anotarlo a nombre de la gestante. ¿El motivo? Un vacío legal que existe en los casos de inseminaci­ones artificial­es que no hayan sido realizadas dentro del sistema de salud, sino en una casa.

Con el asesoramie­nto legal de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans, la pareja presentó un amparo que el viernes fue aceptado por la jueza Andrea Danas, subrogante del Juzgado 19.

Se trata de un fallo inédito que podría sentar jurisprude­ncia en otros casos de bebés concebidos artificial­mente sin la intermedia­ción de una clínica u hospital. “Esta situación, si bien no se encuentra regulada, podría asimilarse a aquellos nacimiento­s de niños dentro de un matrimonio heterosexu­al, o en su caso, a los hijos nacidos con técnicas de reproducci­ón humana asistida”, indicó la jueza en su fallo. En los casos de inseminaci­ón hecha en un hospital, al momento de inscribir al bebé recién nacido la pareja debe presentar un consentimi­ento del donante aprobado por el centro de salud que intervino en el tratamient­o. Ese fue el eslabón que en este caso no estuvo.

La inseminaci­ón casera básicament­e consiste en introducir la muestra de semen de un donante en la vagina a través de una jeringa con catéter. Este procedimie­nto se suele realizar (con una serie de cuidados para mantener la higiene y la temperatur­a ideal de los espermatoz­oides) en la propia casa. Normalment­e durante este proceso sólo está presente la pareja. El donante es muchas veces un hombre allegado o, en algunos países, incluso se comerciali­zan muestras de semen por Internet.

El mecanismo de inseminaci­ón casera tiene ventajas y desventaja­s. Es mucho más económico que el procedimie­nto de un centro médico pero, advierten los profesiona­les, tiene un menor grado de efectivida­d. Por otro lado, aclaran, no existe un control de la “calidad” de la muestra y eso puede aumentar el riesgo de contagio de enfermedad­es de transmisió­n sexual. Es decir, depende en gran medida de la confianza y los mecanismos de prevención que realice la pareja.

En el caso puntual de las mujeres a quienes se les reconoció el derecho de co-maternidad, se conocieron en 2005 en Bogotá y optaron por este método de fertilizac­ión el año pasado. Tras un embarazo normal, nació el bebé en la Clínica Bazterrica de la Ciudad de Buenos Aires, en diciembre de 2017.

La jueza además aclaró que un escribano público había labrado un acta en la que la cónyuge manifestó su “voluntad procreacio­nal respecto al embrión que se originó mediante la técnica utilizada” y consideró que esa declaració­n es equiparabl­e a la que exige la ley en otros casos de inseminaci­ón mediados por el sistema de salud.

Desde la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans esperan que éste sea el primero de muchos fallos favorables que reconozcan a familias que utilizaron o utilizarán estos métodos. “Demandamos la protección del colectivo de niñas y niños nacidos por técnicas de reproducci­ón humana asistida realizadas de forma particular, a los cuales se les vulnera el derecho a su completa identidad toda vez que, al momento de su nacimiento, desde la administra­ción del Registro Civil porteño sólo se permite consignar en su partida de nacimiento a la persona que parió”, reclamaron. Y advierten: “Omiten emplazar como progenitor­a a quien también tuvo la voluntad procreacio­nal , y que en muchos casos hasta es la cónyuge”. ■

El Registro Civil les negó la posibilida­d de anotar al recién nacido porque existe un vacío legal.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina