Quiero que se juegue ya, pero no sé si se podrá
Que se juegue esta final de Copa Libertadores está buenísimo porque es algo histórico. Más allá de la ansiedad que me genera como hincha de River, lo vivo con tranquilidad. Eso sí, antes del partido. Porque mientras se juega, me pongo nerviosa. Y estos partidos los veo sola o con una amiga. Ayer, estuve todo la mañana viendo los canales deportivos con la previa del partido y estaba bastante ansiosa, por un lado, y expectante, por el otro, a ver qué pasaba con la lluvia y esperando la resolución a ver si se jugaba o no. La vi venir la suspensión porque al mediodía llovía mucho y cuando me mostraron las imágenes de la cancha y al observar detenidamente cómo estaba, pensé: “Ojalá que se suspenda porque va a ser un partido horrible”. No estaba bueno que se jugara por el solo hecho de jugar. En esas condiciones iba a salir un encuentro feo. Por suerte, se suspendió. La realidad es que estoy ansiosa para que se juegue cuanto antes. Ojalá sea hoy pero si sigue lloviendo como ayer lo veo difícil. Habrá que seguir manejando la ansiedad, que ya es demasiada y encima la suspensión genera mucha más. Pero prefiero tener ansiedad y que la final se juegue en condiciones normales y que sea un lindo partido. Y no como ya pasó alguna vez que se jugó con una lluvia terrible y todo inundado. Eso empareja para abajo. Porque los equipos tienen que cambiar tácticamente por el campo de juego y terminan jugando de una manera distinta a cómo le gusta a cada uno. Como hincha quiero que se juegue ya pero me parece que hoy tampoco se va a poder.