Se podrá saber el costo del taxi desde aeropuertos y terminales
El pasajero cargará el destino en un tótem digital, que mostrará la tarifa e imprimirá un ticket para entregarle al chofer. Se pagará ese valor y ya no se cobrará por reloj.
Los pasajeros cargarán el destino en un tótem digital que mostrará la tarifa e imprimirá un ticket para entregarle al chofer. Allí se indicará el precio del viaje. No se podrá prender el reloj del taxi y se deberá cobrar estrictamente lo que marca el comprobante. El sistema, para garantizar la transparencia y evitar abusos, comenzará a aplicarse a principios del año próximo en Ezeiza, Aeroparque, el puerto de Buenos Aires, Buquebus y la terminal de ómnibus de Retiro. Posteriormente llegará a los aeropuertos de todo el país. También habrá control de patentes de los vehículos.
En medio del enfrentamiento entre la Ciudad, los taxistas y las aplicaciones de transporte -con Uber a la cabeza-, el Gobierno Nacional publicó en el Boletín Oficial una disposición para darle transparencia al costo de los viajes en taxi que toman los pasajeros en la terminal de micros de Retiro, el puerto de Buenos Aires, y en Aeroparque y Ezeiza. Se trata de una “tarifa preestablecida” que el usuario conocerá antes de subir al auto.
En total coincidencia con el proyecto, como indican desde la Ciudad, “la incorporación de este tipo de tarifa permitirá mejorar las condiciones de competencia del taxi respecto a otros modos de transporte”.
Para implementar esta idea se colocará un tótem en donde los pasajeros ingresarán el destino al que se diri- gen. El sistema calculará el costo del viaje e imprimirá un ticket que deberá ser entregado al taxista al iniciar el viaje. Con esta medida se busca modernizar y darle transparencia a este servicio público. Justamente transparencia y modernidad, dos de las críticas más repetidas por los usuarios que son testigos del avance de las aplicaciones y que reclaman taxis más eficientes y adaptados a los cambios que impone la tecnología.
La medida se aplicará también en aeropuertos de todo el país. Por este motivo el proyecto está impulsado por el Ministerio de Transporte de la Nación. Y fue, obviamente, bien recibido por la Ciudad: “En nuestra jurisdicción lanzamos un Plan de Modernización para mejorar la movilidad de los vecinos y profesionalizar el ser- vicio y trabajo de los choferes. Creamos BA Taxi, una app gratuita para pedir un vehículo desde cualquier lugar, y mejoramos la parada en Aeroparque. Con la implementación de la tarifa preestablecida en paradas de ascenso masivo, el usuario va a contar con un servicio más transparente y de calidad”, dijo Juan José Méndez, secretario de Transporte.
Otro de los objetivos, según afirman en la Ciudad, es combatir las mafias de taxistas que se instalan en este tipo de paradas y no permiten el ingreso de vehículos que no pertenezcan a esas organizaciones.
En Aeroparque funciona desde hace un año una barrera sincronizada con un sistema de cámaras lectoras de patentes que permite verificar que los papeles de los vehículos (licencia, multas impagas y VTV, en otros) estén en orden. Una vez que la patente queda registrada, se abre la barrera y el taxi ingresa a la dársena para recoger al pasajero. Si hubiera algún problema, el sistema permite identificar cuál fue el taxista y la unidad que hicieron el viaje. En la Secretaría de Transporte porteña explicaron que este sistema de detección de patentes comenzará a colocarse en Ezeiza, en el Puerto de Buenos Aires, en Buquebus y en la terminal de ómnibus de Retiro. En los mismo sitios se colocarán también los tótems.
La tarifa se establecerá en función de la distancia a recorrer en kilómetros, más la bajada de bandera (son 10 fichas, a precio de hoy equivalen a $ 32,60), más un extra por el equipaje del pasajero (pueden ser unas 5 fi- chas cuando se traslade más de una valija de mano) y los peajes. En el caso de que el viaje se haga de noche, entre las 22 y las 6, se agrega un 20% sobre el valor de la ficha, porque ese el valor de la tarifa nocturna de los taxis porteños.
Se estima que todo el sistema -con barreras y tótems-, debería estar funcionando hacia el primer cuatrimestre del año entrante.
Como ocurre en la Legislatura porteña con algunos proyectos de ley, también con este tema se realizará una convocatoria para que participen vecinos, asociaciones de consumidores y ONG. Será no vinculante y se realizará desde el martes a través de www.argentina.gob.ar/transporte. La consulta tendrá dos ejes: “¿Por qué proponemos esta medida?” y “Tarifa preestablecida”. Hay que registrarse con nombre, mail y subir un comentario. Se podrán realizar observaciones durante toda la semana, hasta el 19.
El ingreso y salida de las terminales es un problema, especialmente para los extranjeros. Por empezar, no hay buenas conexiones con los transportes públicos masivos. A diferencia de los aeropuertos de las principales ciudades de Europa o EE.UU., al de Ezeiza no llegan ni el tren ni el subte, y sólo va un ramal de la línea 8 de colectivos. Tampoco al Newbery, aunque sí lo alcanzan algunas líneas más. En cualquier caso, los turistas no cuentan con la tarjeta SUBE. La terminal de cruceros, en Retiro, tampoco está bien conectada, y suelen verse largas filas de visitantes esperando taxis, en condiciones incómodas en la calle. Y a la de micros sí llegan colectivos, pero para tomar el subte la gente tiene que caminar hasta la estación de tren del Mitre. ■