San Martín profundizó el mal momento de Gimnasia
Ganó con justicia el visitante con los goles de Gelabert y de Guevgeozian en contra.
El bravo San Martín, con astucia, se llevó para San Juan una victoria fundamental ante un rival directo por la permanenci, calculando no solamente su regular presente sino su acuciante futuro, donde la defensa de su continuidad en Primera es su prioridad excluyente.
Y edificó un triunfo merecido de cabo a rabo porque, después del tibio arranque de Gimnasia insinuando un asedio improductivo, cuya jugada más riesgosa fue un remate imperfecto de Santiago Silva que devolvió el poste izquierdo del sólido Luis Ardente, de allí en adelante fue el equipo más inteligente.
Para retroceder ordenadamente dejando correr el reloj y al rival, para utilizar el ancho de la cancha y para descansar con la pelota más que nada con la movilidad de la dupla media integrada con Claudio Mosca y Marcos Gelabert.
De pronto, Gimnasia desarmó su orden previo con ligereza. Le pasó en la jugada del gol de Gelabert (un ex Estudiantes), cuando finalizaba la primera parte, tras una excelente ma- niobra de contragolpe encabezada por el paraguayo Alvarenga.
Los sanjuaninos pensaron un plan básico a partir de la idea de cederle, en todo momento, una doble obliga- ción a su rival: la de instigarlo a buscar necesariamente el partido y la de regalarle pelota y terreno.
Y nada bueno le salió al Lobo. Pedro Troglio, en el complemento, puso a Mauro Guevgeozian para la batalla aérea cerca de Ardente, Silva se perdió el empate a los 10, el propio jugador armenio se la llevó por delante en la segunda conquista visitante a los 12 y, por si la desgracia fuera poca, el delantero salió lesionado a los 19.
Gimnasia sigue en caída libre y lo peor es que no demuestra mejoría. San Martín supo siempre que ante un equipo así iba a aprovechar los errores. Y no se equivocó. ■