Muñoz tenía una oficina con baño blindado y bóveda
Está en Villa Urquiza. Sospechan que el ex secretario de los Kirchner la usaba para guardar dinero. En el baño había una caja fuerte. En el lugar hallaron autos de lujo y de colección.
Así lo señalaron a la Justicia dos arrepentidos en la causa de los cuadernos. Es un departamento en Villa Urquiza, que Muñoz usaba como oficina. Y donde acumulaba grandes sumas de dinero. El inmueble está hiperblindado, al igual que el baño que, incluso, tiene una caja fuerte.
El ex secretario de los Kirchner, Daniel Muñoz, fallecido en el 2016 con el patrimonio de un magnate, con inversiones multimillonarias en los Estados Unidos, tenía aun más bienes descubiertos por la Justicia en el último tiempo. Son propiedades que usaba en la Argentina. Gracias a la investigación del fiscal del caso cuadernos K, Carlos Stornelli, se detectó que al menos uno de esos inmuebles tiene características absolutamente singulares. Se trata de una oficina a la que se accede mediante una puerta blindada. Dentro de ella se puede ver el exterior mediante ventanales también protegidas con un blindaje especial, y que están, a su vez, enrejadas. Esas medidas de seguridad llamativas se extienden también al único baño de la casa. Su puerta, tam- bién está blindada.
Una curiosidad que terminó de entenderse cuando se encontró que ahí dentro está empotrada una caja de seguridad. Una bóveda pequeña. Se podría considerar que el propio baño, blindado, podría haber funcionado a su vez como gran bóveda para guardar objetos de valor. Como dinero en efectivo. O papeles. Ese baño estaba cuidado no solo como si se utilizara para la higiene personal. Ma- mushkas de blindajes.
Stornelli logró llegar a esta nueva propiedad de Muñoz, que fue allanada por la policía, gracias al testimonio que logró obtener de la primer arrepentida de la causa, la empresaria de Mar del Plata, Elizabeth Ortiz Municoy. Y también a la declaración de su ex marido, Sergio Todisco. Ambos aceptaron que formaron parte del entramado de sociedades y empresas “fantasmas” que había armado Muñoz en vida, y que continuó usufructuando su viuda Pochetti con la ayuda de consejeros financieros.
El juez del caso de los cuadernos, Claudio Bonadio, homologó los acuerdos del ex matrimonio Municoy-Todisco y ordenó que el expediente tramite bajo secreto de sumario. Ahora se conocen detalles de por qué tomó esa medida. La Justicia actuó en secreto para encontrar todavía más propiedades de Muñoz y Pochetti. El ex secretario creó una red de empresas off-shore para comprar departamentos de lujo en Miami y Nueva York. Gastó más de 70 millones de de dólares.
La Justicia tiene documentación, aportada por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, y por la Unidad de Información Financiera (UIF), de Mariano Federici, que indicaron qué bienes habían adquirido en el exterior. Y también cómo esa familia y sus confesos “testaferros” los habían vendido tras la muerte de Muñoz. Según los testimonios de Municoy y Todisco, Muñoz había construido una mansión en Buenos Aires, y tenía además garages y otras casas en la Capital Federal.
La oficina blindada, con baño blindado y caja fuerte adentro, tiene acceso a un estacionamiento. Cuando la Justicia fue al lugar, encontró una flota de vehículos de alta gama, y también de colección, como un Ford de las primeros modelos de esa marca, o un Renault 4, bautizado como “Renoleta”, en perfecto estado.
Los testimonios de los arrepentidos decían que Muñoz había comprado alrededor de cincuenta autos en el país. En los Estados Unidos, además de los pisos de lujo en Miami y Nueva York, había adquirido un Bentley que le costó alrededor de 150 mil dólares.
La oficina hiperblindada del secretario K y Pochetti está ubicada en la calle Pedro Ignacio de Ribera al 5700, Villa Urquiza. Municoy como Todisco afirmaron en la Justicia que solían ir a ese domicilio a buscar dinero en efectivo. El ex matrimonio MunicoyTodisco integraba los directorios de algunas de las sociedades en el extranjero que el secretario K usó para comprar, por ejemplo, departamentos premium en Miami, y hasta un piso en el icónico Hotel Plaza, de Nueva York, ubicado en la esquina de la Quinta Avenida y el Central Park.
En el expediente, Muñoz fue señalado como recolector de fondos ilegales. Era también, según relatos de imputados colaboradores y testigos, quien llevaba esa valijas a las casas de los Kirchner. Pochetti, viuda de Muñoz, está presa: dijo que desconocía el origen de los fondos multimillonarios con los que su marido invirtió en los Estados Unidos y, ahora se
sabe, también en la Argentina.
¿Eran parte de una especie de “mexicaneada” del secretario K a sus jefes? Hay pruebas de que no fue así. La hipótesis judicial es que Muñoz era, además de secretario de los Kirchner, su “testaferro”. Municoy, la primera arrepentida del caso cuadernos, admitió ante Stornelli que tanto ella como su ex pareja conocían la oficina y baño blindados porque su ex “jefe” solía citarlos allí. Todisco, su ex esposo, coincidió con el relato.
El inmueble súper-blindado, fue inscripto como la primer sede original de la empresa Cayuqueo SA. Esa compañía, segun denuncio Elisa Carrió era una de las herramientas que habría usado Muñoz para enriquecerse de modo ilícito. El presidente de Cayuqeo SA es un nexo directo con los Kirchner: ese cargo lo ocupaba el contador del matrimonio ex presidencial, Víctor Manzanares.
Los Kirchner solían instalar en sus casas puertas blindadas en ambientes no habituales para ese tipo de cuidados anti-vandálicos. Como en el departamento de Recoleta y en la casa de El Calafate. Pero más llamativo es el baño blindado que tenía Muñoz. La hipótesis judicial no se inclina por creer que Muñoz eligió preservar su aseo blindando una puerta e instalando, en ese lugar de intimidad, una caja fuerte que se compran para guardar dinero. Los investigadores creen que todo se montó allí para otras cosas. Cometer delitos. ■