Macron convocó a gremios y empresarios a un diálogo sobre los Chalecos Amarillos
Será hoy, luego de que el sábado nuevas protestas sacudieran París y otras ciudades. Se estima que el presidente hablará al país para anunciar un paquete de medidas.
Son los verdaderos Chalecos Amarillos los que limpiaron París el “Día Después”. Durante toda la madrugada, los empleados municipales de la alcaldía trataron de devolverle a la capital francesa su verdadera cara y borrar los rasgos de la peor violencia de las cuatro manifestaciones de la “revolución de la cólera”. Cuando Francia espera que el presidente Emmanuel Macron salga de su silencio y los rebelados no concreten su marcha anunciada para el próximo sábado, los limpiadores son los héroes des- pués de un día absolutamente terrorífico en Paris.
Ayer, el gobierno anunció que el presidente había convocado a dialogar a los principales sindicatos y cámaras empresariales del país para hoy, lunes. La convocatoria también incluye a los presidentes de la Asamblea Nacional y del Senado, así como a los responsables de asociaciones y municipios, según dijo el vocero oficial, Benjamin Griveaux. Al parecer, el encuentro estaría precedido de un discurso de Macron.
Ayer domingo, al menos 55 agentes, con los mismos chalecos fluorescentes de los rebelados, trabajaron con palas mecánicas, camiones y má- quinas de aspirar desarmando barricadas, reemplazando basureros incendiados, utilizando grúas para poder transportar el nivel de basura que produjo la marcha de los Chalecos Amarillos el último sábado. Maniquíes robados de boutiques, sillas, ropa apilada, televisores arrojados a la carrera porque la policía los perseguía fueron abandonados en el camino por los manifestantes.
“La gente nunca se dará cuenta de lo que tenemos que hacer para que París esté limpia cuando se levante” dijo Francois, de la Unidad Funcional para Manifestaciones Especiales, bajo la lluvia y cuando aún estaba el olor ocre de los gases lacrimógenos. “Es- to fue la guerrilla urbana”.
Ellos son los que pueden evaluar. Los destrozos fueron menores porque la policía se desplazó más rápidamente ante los vándalos. Pero el nivel de violencia fue peor que la anterior manifestación, según su diagnóstico.
El presidente Macron se encuentra bajo intensa presión para hablar y tratar de reconciliar a un país dividido y furioso. El vocero del gobierno dijo que Emmanuel Macron hará “importantes anuncios” a lo largo de la semana, sin precisar la fecha. “Pero no todos los problemas de los Chalecos Amarillos se van a resolver mágicamente”, alertó.
El gabinete de Macron comenzó a dividirse. Después de la renuncia del ministro del Interior, Gerard Collombe, quien acusó al presidente de arrogancia, el canciller Jean Yves Le Drian, socialista veterano y con excelente imagen, reclama “un nuevo contrato social” a Macron. El ministro confirmó que el presidente “debe salir de su silencio al inicio de esta semana”. “Se necesita una palabra fuerte del presidente”, exhortó. Cree que esta intervención presidencial “puede calmar este malestar y el sentimiento de profunda desigualdad, que expresan desde hace un mes y generalmente con razón”.
Para el socialista Le Drian, “este contrato debe ser una forma de compartir lo social y el Estado Providencia del siglo XXI. Debe respetar ciertos equilibrios entre los ajustes de corto y largo plazo”.
“Es necesario que el presidente, en sus palabras a los franceses, ponga un marco y anuncie medidas fuertes e inmediatas”, dijo Le Drian, que es presidente de la región de Bretaña, además de canciller y ex ministro de defensa de Francois Hollande.
Hasta ahora, Macron hizo una serie de reformas estructurales y macroeconómicas que beneficiaron a los ricos. Por eso su canciller le pide que su gobierno adopte un viraje social. “Eso es lo que nos falta. Es una cuestión de método. En la campaña electoral de Macron hubo dos objetivos: favorecer la competitividad francesa pero, al mismo tiempo, respetar la necesidad de una nueva equidad.
Sin duda, pusieron rápidamente la orientación sobre la primera parte y no sobre la segunda. Ahora es necesario que unan las dos. Yo pienso que eso será el sentido del discurso del presidente”, dijo el canciller francés.
Un Macron social, nuevo premier y gabinete es lo que aparece en el horizonte en estas horas. El premier Edouard Philippe ha quedado seriamente erosionado, luego de que el presidente lo desautorizara, cuando anuló las tasas de combustible después de haber anunciado que se trataba de “una moratoria”.
Las palabras de Macron serán fundamentales para decidir a los Chalecos Amarillos si continúan o no con las marchas. Como dijo el secretario de Estado de Relaciones con el Parlamento, Marc Fesneau: “Macron debe unir a su pueblo.No es demasiado tarde. La palabra presidencial está siendo esperada”, sostuvo.
La ciudad de Bordeaux también fue destruida con incendios y saqueos. El ex primer ministro y alcalde, Alain Juppé, expresó su “vergüenza a los vándalos, a los que cometieron pillajes” en Bordeaux. “Nosotros habíamos prevenido a los Chalecos Amarillos que esto iba a desbordar. Vuelvo a llamar a su sentido de responsabilidad. Es necesario que esto cese. El presidente debe responder a legítimas esperas. Pero los Chalecos Amarillos deben cesar de llamar a manifestar, al riesgo de convocar más vándalos”, intimó el ex premier.
Francia ha comenzado a ser afectada seriamente en su economía, tras esta movilización que se inició el 17 de noviembre pasado en rechazo a un alta de los impuestos al combustible. “Es una catástrofe para el comercio, para nuestra economía”, alertó el ministro del área, Bruno Le Maire.
París comenzó a “desbunkerizarse”. Los dueños de los comercios fueron inusualmente ayer a la mañana a sus locales y sus empleados llegaron, solidariamente, a ayudar. Sacaron las maderas de las vidrieras colocadas en prevención de saqueos, limpiaron y abrieron las boutiques para recuperar sus ventas antes de Navidad. ■