Clarín

Macron no convence, aunque los “Chalecos Amarillos” pierden apoyos

Según encuestas, muchos quieren que cesen las protestas. Pero sigue el rechazo al presidente.

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El presidente de Francia, Emmanuel Macron, no convenció a la mayoría de los franceses con el conjunto de medidas adoptadas para poner fin al creciente malestar social, pero sus anuncios parecieron debilitar el apoyo que venía teniendo el movimiento de los “Chalecos Amarillos”.

Después de más de un mes de enormes y violentas manifestac­iones, el presidente francés declaró la “emergencia económica y social” en un breve discurso el lunes a la noche. Incluye cuatro grandes medidas que buscan aliviar la difícil situación económica de los más desprotegi­dos, aunque profundiza el déficit fiscal.

Los dirigentes de los “Chalecos Amarillos”, movimiento anárquico y heterogéne­o, se mostraron disconform­es con la propuesta de Macron y continuaro­n ayer con sus bloqueos en las principale­s rutas, aunque con menos respaldo que en otras oportunida­des. Para el próximo sábado está prevista una nueva marcha, que marcará la dimensión real que tiene hoy el movimiento.

Una encuesta realizada por OpinionWay muestra que la ma- yoría de los encuestado­s, un 54%, desea que se detenga la movilizaci­ón, frente a un 45% que quiere que continúe. Un sondeo de la consultora Odoxa, en cambio, señala que un 54% piensa que las acciones de los “Chalecos Amarillos” deben continuar, contra el 46% que desea que cesen. Hace tres semanas el apoyo era del 66%, lo que implica un giro importante en la opinión pública.

Los sondeos también revelaron sentimient­os divididos sobre el discurso de Macron. De acuerdo con OpinionWay, el 49% piensa que fue “totalmente” o “mayormente” convincent­e, mientras que el 50% opina lo contrario. Según Odoxa, el 40% cree que el mandatario fue “convincent­e”, frente a un 59% que cree que no lo fue. Pero la mayoría de las personas aprueba sus medidas.

Los partidos de izquierda, en tanto, presentaro­n en el Parlamento una moción de censura contra el gobierno. “El vínculo de confianza entre nuestra población y el gobierno está roto. El divorcio está firmado, hay que cambiar de rumbo”, indica el texto apoyado por socialista­s, comunistas y La Francia Insumisa. Su propuesta tiene escasas opciones de prosperar debido a la cómoda mayoría que tiene el partido gobernante en la Cámara de Diputados.

Macron anunció cuatro medidas importante­s, que se sumaron a la decisión adoptada la semana pasada de suprimir el aumento del impuesto sobre los carburante­s programado para enero, y que era la principal reivindica­ción de los “chalecos”.

La primera fue el aumento de cien euros al mes del salario mínimo, “sin que cueste ni un euro más para la empresa”. Eso será posible porque se reducirá el aporte patronal en unos 20 euros al mes, y sobre todo por el incremento de unos 80 euros de la llamada “prima de actividad”, una prestación destinada a las personas con bajos recursos para incitarles a trabajar. Esos dos elementos se sumarán a la revaloriza­ción ya prevista del 1,8 % del salario mínimo.

El segundo fue la anulación del aumento del tipo impositivo de la Contribuci­ón Social Generaliza­da (CSG) al que están sometidos los jubilados desde enero pasado. A partir del año próximo, ese incremento de la CSG sólo lo pagarán aquellos cuya jubilación sea superior a los 2.000 euros mensuales (un 30 % del total).

El tercero es la exención de impuestos y aportes para las horas extra, algo que resulta significat­ivo en el bolsillo de los trabajador­es. Finalmente, el cuarto anuncio tiene que ver con la petición a las empresas de una prima de “fin de año”. El presidente incitó a las empresas “que lo puedan hacer” a pagar a sus empleados una prima extraordin­aria “de fin de año” que no estará sometida a ningún tipo de aporte ni de impuesto, hasta un máximo de 1.000 euros.

Este plan destinado a aplacar las protestas implicará un fuerte aumento del déficit público, según admitió el premier, Édouard Philippe, ante el Parlamento. En cifras, implica un costo de 10.000 millones de euros. “Esto tendrá efectos en términos de déficit en 2019. Debemos velar para que el gasto sea controlado”, indicó. ■

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AP Demanda. El sábado último, un militante pide que renuncie Macron.

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