Clausuraron un frigorífico donde había 22.000 kg de carne podrida
Fueron los vecinos quienes dieron la voz de alarma. Detectaron que desde un depósito ubicado en la esquina de avenida Directorio y Portela, en el límite entre Flores y Caballito, salían olores nauseabundos. En rigor, se trataba de un frigorífico, lo que puso al barrio aún más en alerta. Hicieron la denuncia pero nunca pudieron imaginar lo que las autoridades iban a encontrar en el interior de ese lugar: 22.000 kilos de carne podrida. Sin embargo estaba allí, en cámaras frigoríficas, a punto de ser vendida en el mercado interno. E incluso, había paquetes armados como para ser despachados al exterior.
Los vecinos se contactaron con el Ministerio Público Fiscal porteño. Radicaron la denuncia en base a los olores y los vertidos que arrojaba este frigorífico, que por otra parte tenía una quiebra decretada en noviembre de 2017.
Se trata del establecimiento Sa- ga SAIC y Agropecuarios; también conocido con el nombre Fulman, según indicaron fuentes judiciales.
El fiscal a cargo, Aníbal Brunet, de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental, UFEMA, determinó que “no se reunían en la planta las mínimas condiciones de higiene y seguridad”.
Es que ahí había ratas muertas; trozos de carne acumulada en tambores plásticos y sin refrigerar; cajas con diferentes cortes chorreando líquidos, como si se hubieran descongelado y vuelto a congelar; excremento de roedores, y cámaras de frío sucias y en estado de abandono.
El lugar fue clausurado y se secuestraron un total de 22 toneladas de mercadería, es decir, diferentes cortes de productos cárnicos.
El titular del frigorífico quedó imputado por “ejercicio ilegal de una actividad”. Podría ser sancionado con entre 2 y 10 días de trabajo de utilidad pública, una multa de entre $ 5.000 y $ 50.000 o arresto de 2 a 10 días (según el artículo 77 del Código Contravencional). Y el fiscal entendió que “para volver a operar, se deberán adecuar totalmente las condiciones del lugar a la normativa vigente”.
Además de la UFEMA, intervinieron la Policía de la Ciudad; la Agencia Gubernamental de Control; la Dirección de Higiene y Seguridad Alimentaria; la Dirección General de Fiscalización y Control; y el Senasa. ■