Buena sintonía en el primer encuentro entre Macri y Bolsonaro
La cumbre en Brasilia
En su visita al flamante presidente brasileño, Macri fue el más duro en la condena al régimen de Venezuela. Llamó “dictador” a Maduro y señaló que la Asamblea Nacional “es la única institución legítima” de ese país. También coincidieron de un relanzamiento del Mercosur, pero con una postura más “aperturista”. Y firmaron un convenio sobre extradiciones. La situación de Lula y Cristina figuró en la reunión de los ministros de Justicia.
Mauricio Macri terminó su visita a Brasilia con la convicción de que, con la asunción a la presidencia de Jair Bolsonaro, se inaugura un nuevo y prometedor capítulo en la relación bilateral entre Brasil y la Argentina. El Jefe de Estado brasileño visitará Buenos Aires en tres meses.
“Existe plena coincidencia en todos los temas que hemos abordado y que fortaleceremos en la visita de Estado que (Bolsonaro) hará en abril a la Argentina”, evaluó Macri -ante la consulta de Clarín- y antes de dejar esta capital, con la nutrida delegación de ministros que lo acompañó.
En el Gobierno argentino y en el brasileño hablaron de “perfecta sintonía” entre ambos presidentes y administraciones. De ese modo, la Casa Rosada clausuró la serie de rumores que inauguró la ausencia de Macri y de Gabriela Michetti en la asunción de Bolsonaro, el pasado 1 de enero. En el Ejecutivo descuentan el apoyo de Bolsonaro a la región.
Se acordó restablecer las mesas de trabajo que habían empezado Macri y Michel Temer y habían quedado en suspenso, se avanzó en la firma de acuerdos, en la búsqueda de un Mercosur más dinámico y hubo críticas a las gestiones de sus respectivos antecesores, hoy en la oposición.
Sin embargo, no hubo ninguna otra definición más contundente que la que Macri y Bolsonaro ofrecieron sobre Venezuela. Se plasmó en el marco de la declaración conjunta a la prensa -en la que no se permitieron preguntas- que ambos mandatarios brindaron en el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo brasileño, adonde el mandatario argentino llegó por la mañana para concretar la reunión entre ambos y sus equipos.
“Reconocemos a la Asamblea Nacional como la única institución legítima de Venezuela elegida democráticamente por el pueblo”, sentenció en tono enérgico Macri, el más categórico de los dos presidentes para referirse a la situación política en el país caribeño. “Maduro es un dictador que intenta perpetuarse en el poder mediante elecciones ficticias encarcelando opositores y llevando a los venezolanos a una situación desesperante (...) No aceptamos esta burla a la democracia y menos el intento de victimización de quien en realidad es victimario”, bramó Macri.
Bolsonaro asentía. Minutos antes, cuando le tocó hablar, fue más moderado. El ex capitán del ejército brasileño resaltó la “cooperación” entre la Argentina y Brasil por Venezuela como “el ejemplo más claro de la relación entre ambos países”. “Coincidimos en la defensa de la democracia y libertad en nuestra región”, añadió el mandatario brasileño.
En la práctica, la declaración significó una unificación de las posiciones de ambos gobiernos sobre Venezuela. Ninguno de los dos reconoció el segundo mandato que Maduro acaba de inaugurar tras elecciones impugnadas por la comunidad internacional. Representa también un claro apoyo a Juan Guaidó, titular del parlamento venezolano, quien se declaró como presidente interino de Venezuela y cuenta también con la venia de la Casa Blanca y de la OEA.
El influyente hijo del presidente brasileño, el diputado Eduardo Bolsonaro le expresó su solidaridad a Guaidó luego de que fuera detenido y liberado por el Sebin, el servicio de Inteligencia de Caracas. El legislador venezolano recogió el guante y le agradeció a Bolsonaro por el apoyo.
Brasil y la Argentina, junto el resto de los países que integran el Grupo de Lima denunciaron el año pasado a Maduro ante la Corte Penal Internacional. Macri había construido buena parte de su liderazgo regional con su oposición abierta al régimen venezolano. Para algunos analistas, Bolsonaro parecía poner en duda ese rol y los métodos diplomáticos.
El Presidente argentino descarta de plano la opción militar para derrocar a Maduro. Bolsonaro, por ahora, también. “La Asamblea tiene que trabajar para llevar adelante su liderazgo. El pueblo venezolano tendrá que decir qué solución (encuentra para Maduro) y los países latinoamericanos tendremos que ayudarlos”, analizó el canciller argentino Jorge Faurie, que mencionó la convocatoria de Guaidó a la fuerzas armadas venezolanas para que lo apoyen. ■