Campillo ante el juez: “El secretario privado de Cristina Kirchner me pagó 230 mil euros”
El ex funcionario K dijo que Isidro Bounine lo contrató para cerrar las empresas de Daniel Muñoz en EE.UU. que habían movilizado unos US$ 70 millones provenientes de las coimas.
Aunque mencionó muy por encima a Cristina Kirchner, señaló que los ex secretarios privados "nunca dejaron de serlo" respecto a los movimientos de dinero negro que hacían por órdenes de sus superiores. "Mi sobresalto fue cuando me llamaba (Isidro) Bounine; fue porque interpreté que era la doctora Kirchner la que podía estar llamándome", dijo cuando lo contactaron para "asesorar" en unas operaciones en el exterior.
Juan Manuel Campillo es el último imputado colaborador que sumó la causa de los cuadernos de las coimas, y en su confesión indicó que Isidro Bounine le pagó 230.000 euros por un "asesoramiento, segunda opinión" sobre las sociedades radicadas en Estados Unidos.
Lejos de la función pública desde que se disolvió la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA), Campillo buscó desligarse de todas las acusaciones en su contra. Pese a ser aceptado como "arrepentido" por el juez Claudio Bonadio está acusado de ser partícipe de maniobras de lavado de activos vinculadas al entorno de Daniel Muñoz, ex secretario privado de Néstor.
Al declarar como imputado colaborador ante el fiscal Carlos Stornelli, apuntó contra Isidro Bounine, ex secretario de Cristina Kirchner. Pese a sus aportes, Campillo no logró la excarcelación. Por primera vez, el juez decidió no conceder la libertad a un arrepentido. El argumento central, responde al riesgo de obstrucción de la investigación que se encuentra con medidas de prueba en curso.
El ex ministro de Economía de Santa Cruz, corroboró la existencia de un sistema montado afuera del país. Bonadio determinó que el entorno de Muñoz "realizó diferentes transacciones comerciales de las que se destaca la constitución de empresas y la compra de inmuebles que no se condicen con la capacidad económica de aquéllos”.
A través del conjunto de firmas, consta en la causa, buscaron “ocultar el origen ilícito del dinero” y para ello “habrían comprado un total de 16 inmuebles a nombre de dichas empresas”. Catorce de las propiedades se encuentran en Miami y las dos restantes en Nueva York. Todas estas operaciones fueron por unos 70 millones de dólares.
Cuando se conoció la investigación de los Panamá Papers donde estaba mencionado Muñoz con inversiones en Estados Unidos, comenzó un operativo para el desprendimiento de inmuebles y realizar cambios societarios. Es cuando piden la ayuda de Campillo. Para la Justicia estas explicaciones abren una nueva hipótesis: el dinero que se buscó blanquear a través de Muñoz, "guarda relación con la asociación ilícita que comandó Cristina Kirchner".
"Me contactó para coordinar la reunión con Muñoz, Isidro Bounine", declaró el ex ministro y ante el juez dijo que participó de dos reuniones con abogados y contadores en Estados Unidos que "trajeron una propuesta que no era la mejor porque sólo buscaban cambiar la titularidad de las sociedades", según explicó.
Buscando rechazar la acusación de su participación directa en las operaciones de lavado, dijo que sólo le pidieron "una segunda opinión". Su participación inició en 2016, previo a unas reuniones en Capital con Muñoz en unas oficinas de Bounine, hasta concretar el primer viaje a EE.UU.
Confesó que pidió cobrar un 10% por esa "segunda opinión" del monto involucrado en las operaciones. Del otro lado, no estuvieron de acuerdo con su pedido y sólo negociaron un "pago por los gastos de traslados".
"Isidro Bounine me pagó 230.000 euros en efectivo por esos servicios", indicó Campillo. El pago se realizó en el country de Tigre donde vivía el ex secretario. Allí hizo una salvedad y se refirió al rol de los ex secretarios privados de los Kirchner. Cuando Bounine lo llamó para que mantenga una reunión con Muñoz, pensé que era la doctora Kirchner la que me llamaba" porque "cuando se es secretario privado nunca se deja de serlo", planteó. Bounine negó ayer los cargos en su contra (Ver página 7).
Campillo hizo una rápida mención a Néstor Kirchner y la relación diferencial que mantenía con él y la ex Presidenta, "por Néstor Kirchner firmaba una sentencia de muerte, por ella no", expresó y dijo que toda esta situación a la que se refirió como "mamarracho" no hubiera existido "si el no hubiese fallecido". ■