Duro informe sobre los derechos humanos en Venezuela y Nicaragua
Human Rights Watch dedicó la portada de su reporte global a las violaciones del régimen chavista.
Al presentar ayer en Berlín su “Informe Mundial 2019” sobre derechos humanos, la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) criticó con dureza la situación en varios países latinoamericanos, en particular Venezuela y Nicaragua.
El mundo vive “tiempos oscuros”, dice el organismo, que dedica su portada al régimen chavista y lamenta el “enorme costo humano” de mantener en el poder a autócratas como el presidente Nicolás Maduro, mientras la población de ese país sufre los efectos de la “hiperinflación y devastación económica”. Esta crítica situación provocó ya la emigración forzada de tres millones de venezolanos desde 2015, algo inédito en Sudamérica.
A pesar de todo, el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, destacó que “es llamativa la reacción contra los autócratas” en el mundo. HRW subrayó que “bajo, el liderazgo de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, la acumulación de poder en manos del presidente y la erosión de las garantías a los derechos humanos permitieron al gobierno intimidar, censurar y castigar a sus críticos”. Más de 12.800 personas fueron detenidas en Venezuela desde 2014 en manifestaciones contra el gobierno. Al menos 800 civiles fueron enjuiciados por tribunales militares. La Corte Penal Internacional recibió denuncias de 536 víctimas de torturas desde 2014, incluyendo 106 casos de 2018.
Ya en 2017 HRW documentó 88 casos de violaciones a los derechos humanos, que afectaron a 314 personas en Caracas y en trece provincias del interior venezolano. En 2017 el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo que en ese país hay “un uso sistemático y generalizado de fuerza excesiva y detenciones de manifestantes”, por parte de la Guardia Nacional y el SEBIN (la policía política).
En julio de 2017 se documentaron en Venezuela 124 muertos en manifestaciones, víctimas de balas de goma y granadas. Ningún alto funcionario fue castigado por estos crímenes. En 2019 HRW denunció 32 casos de tortura contra militares disidentes y sus familiares. Con todo, Roth incluyó entre las “importantes buenas noticias” la condena al “desastre” de Venezuela que realizó el Grupo de Lima, cuyos países desconocen a Maduro.
En relación con Nicaragua, el informe de HRW destacó que en 2018 hubo más de 300 muertos, 2000 heridos y cientos de personas detenidas arbitrariamente. “Desde que Daniel Ortega asumió el gobierno en 2007 se ha empeñado en desmantelar todos los controles institucionales al poder presidencial”, dice el informe.
Nicaragua, señaló Roth, “sigue los pasos de Venezuela”, por lo que HRW está preocupada por la “enorme concentración de poder” del presidente Ortega, que desmanteló los controles recíprocos entre instituciones y permitió que el gobierno cometa “escandalosos abusos contra críticos y opositores con completa impunidad”.
El informe también incluye la situación en otros países como Brasil, México y Guatemala. Sobre la realidad brasileña, el informe sostiene que en 2018 “la violencia alcanzó un nuevo récord” con 64.000 homicidios, mientras la “violencia doméstica” es habitual y no se castiga. Hubo casos de “ataques xenófobos serios” contra migrantes venezolanos que llegaban a pueblos fronterizos de Brasil. Refiriéndose a México, el informe dice que el nuevo presidente Andrés López Obrador “heredó una situación catastrófica” originada en “la violencia extrema de la delincuencia organizada y los abusos por parte de militares y policías”. ■