Para la Justicia porteña, las rejas que instalaron en la Plaza de Mayo son ilegales
Un juez ordenó que la Legislatura las autorice por ley en 90 días, o el Ejecutivo deberá removerlas.
La Justicia porteña falló en contra de las rejas que colocó la Ciudad en la histórica Plaza de Mayo, el año pasado. Un juez determinó que la Legislatura deberá autorizarlas por ley en 90 días. De no ser así, el Gobierno porteño debería removerlas.
El fallo fue firmado por Osvaldo Otheguy, titular del juzgado N° 8 en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad. Según entendió, las rejas no respetan el Código de Planeamiento Urbano.
A fines de mayo del año pasado, la plaza fue reabierta luego de una polémica transformación. En lugar del vallado policial que se transformó en una constante desde 2001 -y que incluso en 2013 fue cementado-, colocaron una reja. Además, ensancharon las veredas y quitaron carriles de circulación para autos tanto en Rivadavia como en Hipólito Yrigoyen. También se recuperó un espacio que había estado ocupado durante más de 10 años con un acampe de ex conscriptos que reclamaban ser considerados como ex combatientes de la Guerra de Malvinas. También restauraron la Pirámide de Mayo.
Pero la colocación de las rejas fue el mayor conflicto. Desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, a cargo de las obras, siempre explicaron que se pueden desmontar en 48 horas y que habían sido montadas por “seguridad presidencial”.
En ese momento, el Observatorio del Derecho a la Ciudad y el de Patrimonio y Políticas Urbanas presentaron un recurso de amparo contra las rejas. Su principal argumento fue que su colocación no fue aprobada por ley. Y que las rejas no forman parte del diseño histórico de la Plaza de Mayo, ya sea que se tome la morfología que tenía en 1897, según el criterio de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos; o la de 2000, cuando se aprobó el Código de Planeamiento Urbano, que define a la plaza como Área de Protección Histórica.
“La Plaza de Mayo es un área APH 1 y está protegida -subrayó la abogada María Carmen Usandivaras, de Basta de Demoler, cuando pusieron las rejas-. Para cualquier modificación o cambio de diseño o incluso de mobiliario urbano, hace falta una ley aprobada por la Legislatura porteña. El vallado anterior era mejor que esto, porque no modificaba tanto la plaza dado que era provisorio. Tampoco co- rrespondía, pero todos esperábamos que algún día lo sacaran. El nuevo enrejado lo institucionaliza y, además, modifica totalmente el paisaje patrimonial”.
Ahora el juez de primera instancia les dio la razón a los amparistas, con una sentencia. El fallo fue firmado el 28 de diciembre, pero las organizaciones se notificaron ayer.
En tanto, fuentes del Ministerio aseguraron que todavía no habían sido notificados de la decisión de Otheguy, por lo que no tenían una respuesta. De todas formas, lo más probable es que la Ciudad apele el fallo.
El enrejado de la Plaza de Mayo y sus alrededores viene resultando polémico hace años. En 2001 colocaron el vallado en el centro de la plaza, que finalmente se convertiría en permanente. En 2005, durante la presidencia de Néstor Kirchner, se cerró el paso por la calle Balcarce. Dos años después, la Ciudad enrejó la Plaza Colón, detrás de la Rosada, pero firmó un convenio con la Nación para que quedara abierta siempre que no hubiera actos oficiales, algo que nunca se respetó. Por eso, a partir de 2008 la Ciudad empezó a reclamar la reapertura de la plaza, que se transformó en parte del enfrentamiento entre el kirchnerismo y el macrismo, que incluyó, por ejemplo, la mudanza de la estatua de Cristóbal Colón.
Hoy, y aun pese al cambio de Gobierno en 2015, la plaza Colón sigue siendo inaccesible. De hecho, la Nación decidió instalar allí el helipuerto presidencial. ■
Al cerco lo colocaron el año pasado, en reemplazo del vallado que estaba desde 2001.