Argentina se quedó afuera en la primera ronda y vivió una gran frustración
Las ausencias perjudicaron al equipo. Pero apenas se destacó el empate ante Hungría en el debut.
En la previa se sabía que el objetivo sería muy díficil de cumplir. Sobre todo porque Argentina había llegado con tres bajas muy importantes por las lesiones de Diego Simonet, Federico Pizarro y Pablo Vainstein. Pero el seleccionado estaba ilusionado con poder, al menos, igualar su mejor resultado histórico. Por eso, haberse quedado afuera de la segunda etapa del Mundial de Alemania-Dinamarca tras perder por 26 a 25 ante Qatar en el último partido del grupo fue un golpe muy duro para un equipo que mañana chocará con Austria en el comienzo de la eliminatoria por el 17° lugar.
“Sentimos mucha frustración por cómo se dieron los partidos. En todos, salvo en el de Suecia, llegamos a los minutos finales gol a gol, con chances, y por pequeños detalles se nos escaparon. Pensar que si hubiéramos cerrado bien con Hungría o con Egipto tal vez habría sido otra la historia. O si hubiéramos tenido a Diego, a Fe- de o al Colo ellos podrían habernos dado un plus en esos encuentros tan cerrados. Pero ya está. Eso no es excusa. Hay que cambiar el chip y tratar de terminar lo más arriba posible”, analizó el pivote Lucas Moscariello.
Argentina salió ayer a la cancha sabiendo que ya no tenía chances de avanzar a la segunda rueda. Porque Egipto había derrotado más temprano por 33 a 28 a Angola y había sellado la eliminación de los dirigidos por el español Manuel Cadenas. Pero los argentinos fueron igualmente a buscar la victoria, que se escapó otra vez por poco. Es más, en los segundos finales el arquero Danjel Saric le atajó un penal a Federico Fernández y evitó que el marcador terminara igualado.
Así Argentina terminó quinta en el grupo D con 3 puntos producto de una victoria (33-26 a Angola), un empate (25-25 ante Hungría) y tres derrotas (31-16 contra el poderoso Suecia, 22-20 con Egipto y con Qatar). Ahora peleará por un lugar muy lejano de las expectativas previas que apuntaban a un 12° puesto para igualar lo logrado en Suecia 2011 y Qatar 2015, los mejores Mundiales de la historia del seleccionado nacional.
Por eso, más allá de que por momentos jugaron un handball de un buen nivel -vale destacar lo hecho en el debut ante los húngaros, una de las potencias del grupo- y de que con un plantel joven (tuvo ocho debutantes en Mundiales) dieron pelea en casi todos los partidos, el torneo dejó a los argentinos con gusto a muy poco.
Tras el encuentro ante Qatar los jugadores hicieron su autocrítica. Pablo Simonet comentó: “Creo que nos merecíamos algo más que el quinto lugar del grupo. Pero así es el deporte. Este tipo de partidos tan peleado -como fueron también los de Hungría y Egipto- se define en detalles. Y en eso fallamos, ahí estuvimos mal. Ojalá podamos ganar los dos que nos quedan porque necesitamos ese golpe de moral para irnos con la autoestima arriba. Y ojalá podamos corregir esos errores y hacer un mejor torneo en los Juegos Panamericanos que son el próximo objetivo para este plantel”.
En Lima 2019, además, Argentina buscará la clasificación olímpíca. No será poco el premio. ■