Por falta de fondos, frenan la obra del soterramiento del ferrocarril Sarmiento
Complicaciones en un emprendimiento público clave
La crisis del dólar complicó el financiamiento de una obra de US$ 3.000 millones. Por eso, el Gobierno suspendió la perforación del túnel de 18 kiló- metros y la construcción de anillos de cemento. El Ministerio de Transporte afirma que se trata de un paréntesis de dos meses y que luego retomarán los 11 kilómetros que faltan. El soterramiento une 5 estaciones del tren en el Oeste del Gran Buenos Aires con 6 de Capital. Y se terminaría en 2022.
El ajuste fiscal y el recorte del gasto impactó de lleno en la obra de soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. En medio de una fuerte restricción presupuestaria, el Gobierno decidió poner una pausa. Resultado: suspendieron a más de 100 trabajadores que se ocupaban en las tareas de excavación del túnel, que ya tiene 7 kilómetros, de una obra que debería llegar a 18 kilómetros. También cesó la fabricación de anillos de cemento (dovelas) para el túnel. Y se suspendieron unos 20 contratos con proveedores del Consorcio Ghella y Sacde, que tenían a su cargo los 60 camiones que transportaban el barro que se sacaba del túnel y la provisión de insumos, como armazones de hierro y el cemento para las dovelas, entre otros.
El soterramiento del Sarmiento tiene un presupuesto total de 3.000 millones de dólares, que están siendo aportados por el Estado nacional. Pero ahora todo quedó en veremos y habrá que ver cómo se reorganizan los plazos establecidos para terminar la obra, cuya finalización estaba prevista para 2022.
En el Gobierno buscan atenuar el impacto de esta decisión. Aseguran que la obra del soterramiento "sigue en marcha", pero que continuarán con los trabajos subterráneos en la parte del túnel ya excavada.
Fuentes gremiales mostraron su preocupación ya que consideran que al frenar la fábrica de dovelas se abre un interrogante sobre la continuidad de la obra entre Villa Luro y Caballito. No hay fecha para que continúe con la excavación del túnel, al que todavía le faltan 11 kilómetros.
"Nosotros teníamos 24 camiones, pero nos dijeron que los teníamos que sacar a todos, antes del 31 de enero. Así que ya no vamos más ahí", dijo un ex empleado de Mautino Construcciones. Ayer fue desmontada la hormigonera del obrador de Haedo, y los camiones se llevaron piedra, arena y cemento. Además levantaron los containers.
Por otro lado, ayer tampoco operó
ninguno de los tres turnos de la fábrica de dovelas porque el lunes unos 60 trabajadores recibieron un telegrama de despido. En la puerta del obrador, en la avenida Rivadavia 16927 (Haedo), había pintadas contra la medida. A partir de la declaración de asamblea permanente se abrió un canal de diálogo entre el sindicato, la contratista y el Consorcio y podrían retomar a algunos de los trabajadores. Aún están negociando y hoy esperan una reunión con la UOCRA.
El consorcio del soterramiento está formado por la italiana Ghella, con el 71%; y la local Sacde (ex Iecsa, propiedad de Marcelo Mindlin), con el 29%. Ante los llamados de Clarín, el consorcio prefirió no hacer declaraciones. Pero fuentes internas de ambas empresas confirmaron la información a la que accedió este diario.
Más allá de cómo se resuelva la situación de los 60 trabajadores, unos 20 subcontratistas recibieron esta semana las notificaciones del Consorcio Ghella y Sacde con la suspensión en la fábrica de anillos de hormigón, en las obras de excavación del túnel y en el transporte de la tierra que se quitaba de ahí, entre otros proveedores. También ya se retiraron los containers y la hormigonera.
Hasta ahora la tuneladora avanzó 7 kilómetros y está a unos 6 metros del obrador de Villa Luro, en Capital. Se espera que en las próximas semanas termine de cavar esa etapa y el 15 de febrero quede a cielo abierto para el mantenimiento, que demorará dos meses. Por este parate programado, es lógico que algunos de los camiones con tierra sean desafectados, pero sorprendió que también levantaran los containers del obrador y se frenara la fábrica de dovelas.
"Nos habían dicho que íbamos a trabajar acá seis años, pero pasaron sólo dos años y ya nos echaron", se lamentaba ayer uno de los trabajadores. En la fábrica de dovelas hacían cada anillo del túnel, formado por siete piezas de 1,85 metros de largo.
Tampoco arrancó la construcción del túnel entre Haedo y Castelar, que según el proyecto se realizará con el mismo método austríaco con el que desde hace años se construye la extensión de la red de subtes de Buenos Aires. ■